Olaya Suárez
Gijón
Jueves, 28 de noviembre 2024, 18:41
El presunto violador de Somió, Boris S. M., ha solicitado salir de prisión, donde ingresó la semana pasada acusado del brutal ataque sexual a una joven de 17 años. Apenas unos días después de llegar al centro penitenciario de Asturias, su representación ... legal ha interpuesto un recurso ante la Sección Octava de la Audiencia Provincial en el que pide su puesta en libertad, alegando que es inocente. La fiscalía se ha opuesto a su salida, dada la gravedad de los hechos que se le imputan y por el riesgo de fuga existente. Será ahora el tribunal de la Audiencia Provincial el que emita el auto resolviendo la petición del preso preventivo.
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La causa continúa bajo secreto de sumario en el juzgado de Instrucción número 1 de Gijón mientras prosigue la investigación policial a la que se van añadiendo nuevos datos. Según avanzó EL COMERCIO el 18 de noviembre, una de las pruebas principales que sustenta el arresto del sospechoso es la aparición de ADN en la ropa de la víctima, una menor de edad a la que el violador asaltó la tarde del 30 de octubre en el camino de Los Lirios.
La investigación de la Policía Nacional fue prioritaria desde el primer momento dada la peligrosidad del sujeto. Fueron dieciocho días de máxima dedicación para conseguir identificar al violador, trabajando día y noche. La investigación de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Comisaría de Gijón, que contó con el apoyo de la Comisaría General de la Policía Judicial, en Madrid, avanzó en la última semana después de que los análisis de los restos recogidos en la ropa de la víctima arrojasen resultados. Al parecer, el agresor sexual dejó un minúsculo rastro de ADN mitocondrial en la ropa interior de la menor. La Policía Científica consiguió extraer una muestra y cotejarla con las bases de datos de delincuentes peligrosos.
La Policía Científica analizó de forma exhaustiva y pormenorizada la ropa que vestía la víctima en el momento del ataque en busca de alguna huella que pudiera haber dejado el violador, como así fue tras un minucioso trabajo de laboratorio.
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Boris S. M., asturiano de 44 años, contaba ya con un amplio historial delictivo, principalmente por robos con violencia, robos con fuerza y de vehículos a motor y por lesiones. Ha estado prácticamente toda su vida entrando y saliendo de prisión. En su última etapa vivía en una habitación alquilada en un piso compartido en la calle Ribadesella.
Fue ahí donde los agentes le detuvieron la mañana del domingo 17 de noviembre. Mostró una fuerte resistencia y una gran oposición, por lo que tuvo que ser reducido para su arresto, motivo por el que sufrió una fractura de mandíbula.
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