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Escolares en el patio de las Dominicas con los dibujos de apoyo. ARIENZA
«Que esos niños vengan a mi casa, que yo les dejo un sitio»

«Que esos niños vengan a mi casa, que yo les dejo un sitio»

Bajo el lema 'Una palma para La Palma' los escolares mostraron su solidaridad con los afectados por el volcán

SUSANA D. TEJEDOR

GIJÓN.

Sábado, 9 de octubre 2021, 00:46

Jaime, Mario, Iyán, Iván, Inés, Victoria, Valeria, Álvaro, Yaiza, Uriel, Yago, Fátima y Cova mostraron ayer su solidaridad para los afectados por la erupción del volcán en la isla de La Palma. «¿Qué pasó con el volcán?», les pregunta a estos escolares de cuatro años Ana Flor Álvarez, maestra de infantil y Coordinadora de la Comisión de Campaña y Obras Sociales. «Había lava, salió por la chimenea y explotó», contesta el grupo casi al unísono.

El escenario se desarrolló ayer en el patio del colegio de las Dominicas. Alumnos y profesores realizaron un pequeño gesto «para poner voz e imagen a nuestra empatía con los palmeros». Desde las 10.30 horas, grupos de escolares de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato se colocaron en distintas parcelas donde se dibujó la silueta de la isla y se colocaron murales realizados con la imagen de una hoja de palma y un plátano y el eslogan 'Una palma por La Palma'.

Desde que ocurriera el suceso, los docentes han compartido con los alumnos las preocupaciones y, sobre todo, la necesidad de ser solidarios en estos duros momentos para los afectados. «Soy feliz ayudando», asegura Uriel. A su lado, Iyán le replica: «Es importante comer plátanos siempre de Canarias». Todos se muestran muy cercanos a los niños palmeños y se brindan a «dejarles mi casa», dice Martín. También Jaime cuenta que «si vienen a mi casa compartimos las cosas». Son conscientes de lo que ocurre», asegura Ana Flor Álvarez.

En Primaria han aprovechado para trabajar sobre volcanes. «Tienen mucha información por los medios de comunicación», dice la profesora Paloma Patrón. «Trabajamos con ellos la importancia de los valores. «Cuando escuché que íbamos a hacer algo, me sentí feliz», cuenta Álvaro Morán, de 10 años; su compañera Sara Montero, de 9 años, cree que «no son los políticos los que tienen que ayudar sino las personas, cuantas más mejor». También en otros centros, como El Bibio, los pequeños se solidarizaron con La Palma.

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