Secciones
Servicios
Destacamos
Llevaba un traje de neopreno, destornilladores, un cuchillo, una funda de plástico para meter los teléfonos móviles y dos relojes. La intención, según consideran los investigadores, era lanzar al agua los 130 kilos de cocaína que había cargado en el puerto de Barranquilla ... , en Colombia, para ser recogidos por una embarcación (nave nodriza) que se ocuparía de llevarla a tierra. Los cuatro fardos de droga, «perfectamente embalados» en plástico para no verse afectados por el agua, estaban balizados con dispositivos GPS con el objetivo de tenerlos siempre controlados. Incluso en la mar.
Pero no hubo oportunidad. El polizón colombiano sorprendido el lunes en el barco 'Iraklis' fue retenido por el capitán y la tripulación al ser descubierto durante las labores de inspección poco antes de llegar a El Musel. Llevaba comida para avituallarse las dos semanas de trayecto. Ayer, ante la jueza de Instrucción número 2, negó tener cualquier relación con el alijo. «Solo viajaba de polizón para buscar una vida mejor en España», declaró. Se desentendió de la droga y también del traje de neopreno que supuestamente utilizaría para arrojarse al mar antes de llegar al puerto y subirse a la embarcación nodriza. Pero los indicios y pruebas fueron suficientes para que la fiscalía solicitase su ingreso en prisión por riesgo de fuga y la jueza determinase su internamiento, comunicada y sin fianza, por tráfico de drogas.
Se trata de un ciudadano colombiano de 58 años, sin antecedentes penales ni reseñas policiales, que sería el eslabón más bajo de la cadena de la organización criminal propietaria de la cocaína. La operación, realizada de forma conjunta por la Policía Nacional, la Guardia Civil y Vigilancia Aduanera, intenta ahora identificar al grupo criminal que está detrás del alijo y también la red que se ocuparía de la carga y distribución en Asturias. La Policía da por desmantelada una nueva ruta de entrada de droga desde Sudamérica a Europa.
Una de las pistas que se sigue es el sello con una marca de tréboles con la que estaba rotulado cada paquete de cocaína. Los narcotraficantes estampan sus marcas particulares para identificar su droga y comprobar que llega a destino. Existe un banco de datos a nivel internacional en el que las diferentes fuerzas policiales comparten signos y marcas de la droga aprehendida para intercambiar información y lograr identificar al grupo criminal al que pertenece. El decomiso de cocaína en el 'Iraklis' vuelve a poner al Cantábrico en el foco de la lucha contra el narcotráfico.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.