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JESÚS MARTÍNEZ
GIJÓN.
Martes, 30 de agosto 2022, 02:22
Tras dos años sin otorgar el galardón (se suspendió por la pandemia), la distinción 'Embajadores de Gijón' reconoce a Montserrat Rivas Ardisana el compromiso con la ciudad a través de su labor investigadora y docente. Rivas, nacida en Llanes y residente en Gijón, es especialista ... en Física aplicada. Dedica su estudio a los materiales magnéticos y a su aplicación en las ciencias de la salud. Entre sus investigaciones se encuentra el uso de las nanopartículas magnéticas para tratar zonas localizadas de un tumor o los test de detección rápida.
-¿Cómo recibe el galardón 'Embajadora de Gijón 2022'?
-Estoy emocionada, me parece una gozada porque la verdad es que, por lo menos en ciencia, que es mi especialidad, la sensación es de que pocas instituciones dan crédito a la labor que hacemos los científicos. Yo al tiempo que hago ciencia, procuro llevar el nombre de Gijón por el mundo.
-¿Qué supone para usted ser la embajadora de la ciudad?
-Es una alegría enorme. Yo no nací en Gijón, pero llevo viviendo y trabajando muchos años aquí. Mis dos hijos nacieron en Gijón, y eso terminó de unirme a esta ciudad. Desde el primer día que llegué sentí como si estuviese en mi casa. Encontré a personas amables que me ayudaban en todo. Es algo muy motivador. Nací en Bilbao, mi familia es de Llanes, así que me considero llanisca.
-Es docente e investigadora. ¿Cuál es su área de estudio?
-Llevo ejerciendo unos 29 años. Soy especialista en Física aplicada. Durante muchos años me dediqué a la física en materiales magnéticos. Ahora los aplico a las ciencias de la salud.
-Investiga la bioaplicación de los nanomateriales magnéticos. ¿Qué son?
-Los materiales magnéticos que utilizamos son sobre todo nanomagnéticos. Son esferitas cuyo tamaño es cien veces inferior a la micra. Cuando los materiales son tan pequeños, adquieren unas propiedades muy especiales que les permiten mezclarse muy bien con fluidos biológicos. Somos capaces de pegar las nanopartículas a las proteínas que nos interese detectar o a tumores que queramos destruir.
-¿Qué aplicaciones médicas tienen?
-Entre las aplicaciones está la detección rápida, como en los test de la covid, es más sensible de esta forma. También, tratamiento de los tumores mediante calentamiento localizado, en vez de radiar todo el cuerpo. La idea es calentar la zona del tumor.
-¿Cómo se lleva a cabo el proceso?
-Las pequeñas partículas se pueden controlar externamente con imanes. Se conoce como 'manipulación remota'. Esto significa que las bolitas están dentro del cuerpo del paciente, y desde fuera se desplazan. El objetivo es no tener que 'envenenar' el cuerpo entero del enfermo, sino tratarlo de forma local.
Club de Magnetismo
-¿Qué otras áreas se benefician del uso de nanopartículas magnéticas?
-Se pueden utilizar para detectar defectos en materiales sin hacer análisis, como es el caso de las alas de los aviones. También se usan para filtrar agua.
-Preside el Club Español de Magnetismo. ¿Cuál es el fin del club?
-Es una sociedad sin ánimo de lucro. Una de las intenciones es divulgar todo lo relacionado con el magnetismo, tanto los descubrimientos útiles como luchar contra las ideas que son falsas, como el agua magnética o las pulseras magnéticas. Hacemos un gran esfuerzo para ayudar a los estudiantes interesados en el magnetismo.
-¿Siguen siendo pocas las mujeres en la ciencia?
-Lo mejor para la ciencia, la ingeniería y las humanidades es tener a los mejores cerebros pensando, que están repartidos por igual entre mujeres y hombres. Si tenemos únicamente hombres, estaríamos desperdiciando el potencial de la mitad de las personas. Es evidente que somos pocas. En la Física e Ingeniería estamos en torno al 30 % entre las estudiantes. Cuando hablamos de profesoras de investigación, titulares y catedráticas, que tienen más influencia en las decisiones, estamos en una minoría claramente inferior.
-¿Cómo se podría revertir esta situación?
-Deberíamos normalizar el papel de las mujeres en la ciencia. No se necesita ser un genio, sino tener capacidad de estudio y esfuerzo. No hace falta ser Einstein. Los niños lo comprenden y se atreven a acceder, pero a las niñas les transmitimos el mensaje de que tienen que ser Marie Curie, única persona con dos Nobel. Se puede ser una mujer normal, y ser científica. Tienen que ver modelos de científicas que sean personas normales: madres, tías, deportistas...
-¿Cómo ve Gijón en cuanto a la investigación y al interés por la ciencia?
-Me llama la atención lo científica que es esta ciudad en relación a su tamaño. Cuando hemos hecho actividades de divulgación, hemos tenido lleno absoluto. Desde el Ayuntamiento se dan becas para nuestros estudiantes, que pueden decidir si quieren hacer tesis doctorales.
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