El nacimiento monumental de la Inmaculada abre sus puertas a través de un vídeo

En la ceremonia también se hizo especial mención a todas las familias que no pudieron asistir al acto, por las medidas restrictivas, y a las que «puedan estar pasando por circunstancias difíciles y viviendo la situación actual con nerviosismo», destacó el párroco de San Lorenzo, durante la eucaristía tradicional.

El delegado de la plataforma apostólica de Asturias de la Compañía de Jesús, Pedro Luis García, culminó la ceremonia agradeciendo la asistencia a pesar del temporal. «Este año el belén también está, pero en un lugar distinto al habitual para preservarlo», explicó. «Debido a las circunstancias que nos dificultan seguir el proceso como todos los años, no podemos ir todos juntos a bendecirlo», lamentó. Tras la eucaristía se inauguró el belén a través de un vídeo, grabado el pasado domingo, para los asistentes del acto, en el que el mismo párroco, Jorge Cabal, hacía la bendición tradicional, a lo que se sumaron imágenes de la escena del nacimiento de Jesucristo.

La exposición del belén monumental se prolongará hasta el día 8 de enero. El nacimiento fue diseñado por un grupo de padres y madres, que forman parte del equipo de belenistas del centro. «Este año, con la incertidumbre del momento, se ha hecho el belén con todos los protocolos de seguridad debidos y con más ilusión, si cabe, que años anteriores», declaró el organizador, Eusebio de la Vega.

El grupo belenista comenzó a trabajar en la recreación del nacimiento de Jesucristo el pasado septiembre. Casi tres meses para elaborar un belén monumental de 15 metros de largo y alrededor de 120 piezas. Desde hoy, puede ser visitado en el mes de diciembre en el horario de 12.30 a 14 horas y de 17 a 20.30 horas, a excepción de los días 12, 13, 19 y 20, en fin de semana, cuando la exposición permanecerá cerrada. En enero podrá verse de 12.30 a 14 horas y de 18 a 20 horas, salvo el festivo día 7. La nueva ubicación del Belén es el garaje del centro entrando por la calle de Campo Sagrado.

«Creemos que en estos tiempos, el mensaje de esperanza y paz que representa el belén es más que necesario», apostilló el jesuita Eusebio de la Vega.