MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Miércoles, 9 de enero 2019, 02:21
El puerto de El Musel mantuvo el año pasado su pujanza a pesar de que la situación económica se comenzó a ralentizar, según indican los expertos. Desde que el 1 de enero atracara el portugués 'Elena', procedente de Orán, para embarcar ... 21.000 toneladas de cemento, pasaron por los muelles gijoneses un total de 1.288 buques, solo diez menos que el año anterior, y eso a pesar del descenso de tráficos por la reducción de pedidos de las centrales térmicas. El último del año fue el 'Arklow Rober', de pabellón irlandés, que atracó a las 18.05 horas del 31 de diciembre, procedente de Waterford, para cargar 4.900 toneladas de minerales. El primero en llegar a Gijón en 2019 fue el carguero liberiano 'Pontica', procedente de Pajares, para cargar 1.425 toneladas de materiales de construcción.
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El del año pasado es uno de los mejores registros en cuanto al número de barcos que atracaron en Gijón desde 2010, solo superado, como queda dicho, por 2017 y, sobre todo, por 2014, cuando se alcanzaron los 1.315. El resto de los años de este decenio tuvieron registros inferiores: en 2010, 1.050 buques; en 2011, 1.065; en 2012, 1.128; en 2013, 1.251; en 2015, 1.183, y en 2016, 1.156.
Según el balance provisional de la Autoridad Portuaria de Gijón, los 1.288 barcos movieron en el puerto de El Musel 19.579.527 toneladas, lo que también supone la tercer mejor cifra de la historia del puerto, solo superado por los 21,7 millones de toneladas de 2017, con un movimiento de diez mercantes más, y por el año 2015, cuando solo 1.183 buques fueron capaces de mover 21,2 millones de toneladas.
Quizá lo más llamativo es que, aunque la diferencia entre 2018 y el año anterior solo fue de diez buques, en cuanto a la marcancía transportada superó los dos millones de toneladas. Eso se debe a que lo que más se recortó fue la llegada de grandes buques, los graneleros que transportan carbón térmico y siderúrgico, y mineral de hierro. Hay que tener en cuenta que un buque a plena carga de mineral de hierro puede llevar en sus bodegas 180.000 toneladas. Esto se corrobora al comprobar que el principal descenso de tráficos registrado por la Autoridad Portuaria de Gijón fue de carbón térmico, con una pérdida de 1.861.270 toneladas, debido al cierre de centrales térmicas y la incertidumbre que rodea a estas infraestructuras. También bajaron los productos siderúrgicos y los graneles sólidos, éstos debido al descenso de la exportación de productos como yeso y piedra caliza. Sí subieron otros tráficos, como la mercancía general y los contenedores (llegaron al récord de 80.916), pero no lograron compensar los otros tipos de mercancía que descendieron.
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