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El Muro se traspasa

El Muro se traspasa

La avenida de Rufo García Rendueles concentra la mitad de los establecimientos clausurados | «Nos están dejando morir en el principal escaparate turístico», se quejan los propietarios de los bajos, que piden soterrar el tráfico o reducir carriles

Marcos Moro

Gijón

Domingo, 6 de octubre 2019, 18:55

El Muro vive sus horas más bajas en cuanto a actividad comercial y hostelera con más de una veintena de bajos con sus puertas cerradas a cal y canto. Ni en plena crisis el principal paseo marítimo ofrecía una imagen tan desoladora.

El tramo con más negocios clausurados se concentra en la avenida de Rufo García Rendueles con una sucesión de 12 que empieza en el México Lindo y acaba, cerca ya de la avenida de Castilla, en el Café Ibiza.

Los propietarios de locales consultados se quejan de que «nos están dejando morir en el principal escaparate turístico de la ciudad» y piden cambios urbanísticos de calado para que la carretera que les aleja a día de hoy de sus potenciales clientes deje de ser «una barrera infranqueable». Medidas como el soterramiento del tráfico o la reducción de carriles de circulación para los coches, porque, de lo contrario, auguran un empeoramiento de la situación al sumarse también la falta de relevo generacional en algunos de los establecimientos más asentados.

Imagen principal - El Muro se traspasa
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Muchos arrendatarios con locales de hostelería remarcan «la anomalía» que supone, en comparación con otros paseos marítimos del Norte de España, el que no se les permita instalar terrazas en una zona que, sobre todo en verano, «llama a tener ese servicio». En algunos casos es, afirman, por falta de ancho de acera suficiente y también porque el Ayuntamiento quiere evitar en ocasiones conflictos con los vecinos.

Otro lastre que tienen los locales del Muro, además de lo duros que resultan los inviernos por su ubicación, es que estéticamente son «un pastiche» al quedarse fuera de los proyectos de rehabilitación de fachadas del plan del Muro que han mejorado en estos años la imagen de los edificios.

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Alejandro Álvarez, gerente de la Agencia Álvarez, apunta a los condicionantes urbanísticos y de oferta comercial como elementos clave para explicar por qué el Muro nunca ha cuajado como zona comercial. «Lo impide el ancho de la calle en tramos como el del 'martillo' de Capua y por la ausencia de locales tractores que muevan el paso de gente», detalla.

Alejandro López, director de Noxtrum Real Estate Platform, explica que el Muro se rige por los precios de rentas comerciales del barrio de La Arena, que se sitúa en una horquilla entre 5 y 15 euros metro cuadrado/mes. Aguado es la que alcanza los precios máximos y donde menos locales se encuentran en alquiler. López afirma que la cotización de la primera línea de la playa se calcula ponderando una media entre las rentas más altas y bajas de La Arena. Una sidrería grande que estuvo a la venta al lado de Tablas, frente a La Escalerona, pagaba 2.000 euros al mes de alquiler. Otro ejemplo es un local de 300 metros cuadrados, uno de los más espaciosos en el tramo más desertizado de negocios de Rufo García Rendueles, que la propiedad arrienda por 1.400 euros al mes (la venta son 250.000 euros). La mayoría de los locales que han cerrado en los últimos meses en el Muro se dedicaban a hostelería y restauración, aunque también hay una cetárea de marisco que se mudó a la calle Leopoldo Alas.

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Menús a doce euros

Otro establecimiento del Muro cuyo dueño prevé no tardar mucho en echar la persiana es la pizzería La Pérgola, cerca del Hotel Príncipe de Asturias. Su propietario, Fulgencio Meneses, a sus 68 años, lleva tres veranos seguidos resistiéndose a dejar el negocio que fundó y al que ha dedicado 44 años de su vida. Asegura que ha podido «aguantar» porque no tiene que pagar una renta, ajusta en los gastos de personal, es capaz de «hacer 16 horas si hace falta» y porque se afana en dar buena calidad/precio con menús a 12 euros. «Falta renovación. En una zona de poco tirón comercial como ésta hay que traer especialidades y dar calidad», anota.

Las últimas aperturas comerciales en el Muro han sido una clínica de veterinaria y una tienda de lavandería con servicio de recogida a domicilio. En el número 6 de la avenida de Rufo García Rendueles, donde estuvo muchos años el bar Zafiro, abrió hace más de un año La Rusa, dedicada a vender ensaladilla rusa. Comercialmente uno de los tramos más dinámicos se localiza entre Menéndez Pelayo y Emilio Tuya, donde se suceden espacios gastronómicos como Umami, la librería El Bosque de la Maga Colibrí y la incombustible tienda de souvenirs Asturias Mágica.

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