Moriyón mantiene a Óliver Suárez en Divertia mientras Vox asume su papel de oposición

Es imperativo municipal de la Alcaldía informar al Pleno, como ya hiciera al inicio del mandato con los concejales y el resto de presidencias de empresas municipales, de las revocaciones de competencias. También de colgar en el portal web del Ayuntamiento las resoluciones de Alcaldía. Hasta la fecha no existe documento alguno que informe sobre su cese.

Y pese a que la alcaldesa y el portavoz municipal, Jesús Martínez Salvado, han evitado en varias ocasiones pronunciarse sobre la situación de Óliver Suárez en el equipo de gobierno (ayer mismo Martínez Salvador rechazó hasta tres veces pronunciarse sobre la crisis), los últimos acontecimientos han disparado los rumores de transfuguismo entre la oposición. Lo cierto es que llevan días disparados. El Pleno se prevé bronco. La oposición pretende interrogar a Moriyón para obligarla a pronunciarse. Izquierda Unida habla de «guion orquestado» y el PSOE acusa a la alcaldesa de «falta de transparencia».

Bajan las aguas revueltas. Las relaciones entre Vox y Suárez están rotas. Hoy los concejales de la formación volverán a encontrarse en el Pleno después de que ambos se desautorizaran públicamente en dos comparecencias sin preguntas. Ayer, el presidente regional del partido, José María Figaredo, desde el Congreso de los Diputados a la TPA, descartó, por el momento, actuaciones contra Suárez.

Asimismo, Figaredo cargó con dureza contra Moriyón. «Estamos en una guerra a cara de perro. Trabajaremos desde la oposición para desenmascarar a una alcaldesa autoritaria», apuntó Figaredo, quien asumió su papel en la oposición «para continuar defendiendo nuestro programa».

Lo cierto es que las intenciones de Vox en materia cultural estaban claramente definidas en su programa electoral: «El progresismo, por incomparecencia del mundo conservador hasta ahora, ha colonizado la cultura en España, dañando su rica diversidad, enfrentando a los españoles e intentando contaminar la mente de nuestro hijos. Vox propone acabar con las intromisiones ideológicas en la cultura, suprimiendo las subvenciones públicas que no respondan a un criterio de calidad y promocionando la creación cultural que fomente el arraigo a la tierra y nuestros usos, costumbres y tradiciones». ¿Sorprenden entonces sus intenciones para con el Festival Internacional de Cine de Gijón?

Figaredo apuntó también que «los cambios que pretendíamos realizar en el FICX ya los hizo Foro durante su mandato». En 2014, por ejemplo, cambió el nombre a dos de sus ciclos más veteranos. Esbilla pasó a llamarse Gran Angular y el que se conocía como Llendes fue también castellanizado. La explicación fue bien sencilla para el responsable del certamen, Nacho Carballo, directos del festival nombrado por Foro: «No pretendemos entrar en una cuestión de lenguaje asturiano o no asturiano, solo queríamos que el nombre determinara con más acierto lo que encierra el ciclo. La única intención era definir perfectamente los contenidos».

Todo apunta a que la tensión política de los últimos días se verá hoy reflejada en el Pleno. Con las negociaciones presupuestarias apenas empezadas, la oposición ya da por hecho el transfuguismo de Óliver Suárez para que Foro y PP continúen gobernando con mayoría absoluta. La agenda pública lleva días girando en torno a una crisis de gobierno que pone en jaque la gobernabilidad del Ayuntamiento. Nervios, tensiones, acusaciones y silencios. Sin certezas ni evidencias aún para conocer el rumbo del bipartito, el tiempo para aprobar los presupuestos ya comenzó a correr.

¿Aprobarán Foro y PP sus presupuestos con el apoyo de Óliver Suárez? ¿Se irá de Vox o le echarán? ¿Se acercará Moriyón a la izquierda para negociar sus presupuestos como ya hiciera en su segundo mandato? Pese a la falta de respuestas por parte de la clase política, pronto se conocerá el desenlace de la crisis.