Moriyón achaca a «un error contable» su condena por el Tribunal de Cuentas

La alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, indicó ayer que la sentencia del Tribunal de Cuentas que la condenó al reembolso de 31.314 euros más intereses, «por realizar pagos injustificados con cargo a la asignación del grupo municipal de Foro entre 2017 y 2019», se debió a que «hace cinco años, el grupo municipal de Foro Asturias cometió un error contable. Ese error ya ha sido subsanado íntegramente». Por eso, critica con dureza a quienes «han vertido acusaciones muy graves contra mí. Son acusaciones rotundamente falsas y que reflejan un odio profundamente antidemocrático». La regidora asegura que sólo buscan «un daño personal y no político», pero añade que «estoy acostumbrada a este tipo de ataques que sólo pretenden deslegitimar un gobierno democrático y hacerme daño a mí y a mi entorno». Y concluye que «tengo la conciencia muy tranquila».

La oposición al completo pidió la dimisión de la alcaldesa por este fallo del Tribunal de Cuentas. Lo hicieron los socialistas Luis Manuel Flórez, ‘Floro’, Carmen Eva Pérez y Noelia Macías, el portavoz de IU, Javier Suárez Llana, la de Podemos, Olaya Suárez, y la de Vox, Sara Álvarez Rouco. Todos coincidieron en destacar la gravedad de lo sucedido, así como la necesidad de que Moriyón aportara los fondos que le reclama el tribunal y que los socios de gobierno del PP hagan pública su posición.

Los socialistas no dudaron en calificar este fallo del Tribunal de Cuentas como el «hecho más grave» en la historia democrática del Ayuntamiento de Gijón, mientras que Suárez Llana se sumó a la petición de dimisión porque «tenemos una alcaldesa que está condenada por el uso indebido de fondos públicos». Olaya Suárez quiso dejar claro que «lo que ha hecho Moriyón no son errores sino irregularidades graves y debe asumir responsabilidades», mientras Álvarez Rouco se pregunta «cómo puede ir por la vida de alcaldesa honrada sabiendo que iba a ser condenada por disponer ilícitamente de fondos ajenos para su uso particular». Por eso, la petición de dimisión es unánime.