«La modernización de la Iglesia es muy necesaria, es urgente»

-Me duelen, especialmente sucesos como la pederastia dentro de la Iglesia. Desgraciadamente, eso pasa, es una realidad. La Iglesia es mi madre, ¿cómo no me va a afectar?

-¿Cuál es su postura respecto a la eutanasia y el aborto?

-Soy muy liberal y muy abierto, pero en ambas cuestiones estoy de acuerdo con la tesis de la Iglesia y defiendo los cuidados paliativos.

-¿Qué piensa de la ley trans?

-He ido cambiando mi opinión porque me doy cuenta de que hay un colectivo importante. Creo que durante un tiempo no lo entendí y pensé que era una enfermedad y cosas de ese tipo. Ahora me esfuerzo día a día por comprenderlo.

-En todos sus años de sacerdocio le han tocado siete papas. ¿Con cuál se queda?

-Soy un fan absoluto de Francisco, ha sido un regalo para la Iglesia, ha revolucionado todo pero tiene el enemigo dentro de casa. Me gustaría ser como él. Tengo miedo cuando falte, qué va pasar.

-¿Le conoce?

-He conocido a casi todos, pero a Francisco no lo traté. Pío XII era un hombre muy espiritual, un hombre de familia noble. De Juan XXIII recuerdo que lo conocí mientras yo estudiaba Filosofía. Fue el gran Papa. Pablo VI era, sencillamente, un santo, de gran categoría y trabajó mucho por la Iglesia. Juan Pablo I tan solo duró 33 días. Cuando me dijeron que había muerto el Papa, yo contesté, 'claro pero ya hace un mes', y me dijeron 'no, el nuevo'. Todo lo que se contó de él es falso, y lo del envenenamiento, una leyenda urbana. Un pontífice muy viajero y valiente fue Juan Pablo II, del que sabemos todo y al que al final daba pena por el deterioro físico que tenía. Ratzinger era un teólogo y gran intelectual.