Mercaplana llenó hasta la bandera en su último día

Niños y familiares apuraban ayer las últimas horas de la 52 edición de Mercaplana. Lo hacían sabiendo que hasta diciembre no volverían los hinchables, el pasaje del terror, los karts o la granja. A pesar de la gran oferta de talleres que el espacio ofrece, todos colgaban, ya desde primera hora, el cartel de 'completo'.

Carlota, Rocío, Andrea, Álex, Leo y Vera de 8 y 5 años son amigos del colegio Príncipe de Asturias. Sus padres aprovecharon el último día para que los pequeños pasaran una tarde divertida. «Venimos a la carrera para conseguir el taller de cerámica y el de pistolas láser», explicó Alejandra López, una de las madres. Los turnos para los cursillos de toda la tarde se agotan «en muy poco tiempo». Pero respiraban tranquilos porque «los hemos conseguido».

Prevenidos de ello también estaban David Pérez y Bárbara Canga, que pintaban en un taller con su hija Martina Pérez, de seis años, que ya habían asistido el viernes. «Es una manera de introducirla en nuevos hobbies y de que haga muchas actividades», decía su madre.

Las novedades también fueron un gran atractivo para los pequeños. Mario García, de 10 años, esperaba para montarse en el hinchable de caída libre, con tres metros de altura. «Es de la actividad que más mola», admitió. Esta opinión la avalaba la inmensa cola para subir en ella.

Esta edición, dos días más larga que la pasada, vio superada sus expectativas con 56.000 asistentes. Un 12% más que en la anterior. «Hay una gran satisfacción. Se han visto cumplidos los objetivos con los que se proyectaba: que fuera un lugar de disfrute y juego pero también de aprendizaje», valoró Álvaro Alonso Ordás, secretario general de la Cámara de Comercio de Gijón. «Los talleres han tenido un grado de participación muy alto», destacó. Entre las novedades, Alonso señaló el «gran éxito» de la ampliación del pasaje del terror.

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