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Una de las protagonistas de las últimas jornadas del verano gijonés está siendo una gran medusa que se ha dejado ver últimamente en las playas de la ciudad. Se trata de una especie muy poco conocida en estas latitudes, como es la 'Rhizostoma luteum', que si bien su hábitat natural comprende desde Senegal hasta el Cantábrico y una pequeña parte del Mediterráneo más occidental, es muy difícil de observar debido a que no suele aparecer por aguas costeras, sino que se trata de un animal pelágico de aguas abiertas. Suelen ser las corrientes y los temporales los que arrastran a estas medusas a la costa, pero también influye en ello el aumento de las temperaturas de las aguas del Cantábrico.
Una de sus características es que no es necesario que este animal toque a una persona para sentir su 'picadura'. Los nematocistos de este animal, que únicamente están en los brazos bucales, son altamente urticantes, pudiendo infringir dolorosísimas picaduras, explica la Red de Observadores del Medio Marino Gallego. El Ocenaográfic de Valencia, uno de los pocos acuarios que exhiben este tipo de medusa, indica que puede superar el medio metro de diámetro, alcanzar los 40 kilos y medir dos metros de longitud. Apunta que la especie se describió en 1827 y no se volvió a identificar otro ejemplar hasta 2012, cuando se avistó en aguas del Mar de Alborán.
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El conservacionista Luis Laria alerta de que «tiene células urticantes que, aunque no la toquemos, pueden estar en su entorno dispersas». Es por eso por lo que recomienda «no acercarse a la zona donde se encuentre», pues «se han descrito cuadros de gravedad por el alcance sin contacto directo». Por otro lado, según un informe de la Biblioteca Nacional de Medicina, de Estados Unidos, explica que con algunas especies de medusas rizostomadas puede haber una «falsa sensación de seguridad que resulta en irritación o lesiones innecesarias debido a un fenómeno conocido como 'agua urticante'». Y es que «la picadura de agua se produce cuando la mucosidad liberada por el animal al agua circundante es capaz de causar malestar y dolor comparables a las picaduras de medusas por contacto.
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