Masaveu afianza su posición en El Musel con una terminal para competir en el exterior

El hangar permitirá el almacenamiento y manejo de clínker, cal siderúrgica y cemento en sacos. El espacio cuenta con filtros de mangas encastrados que absorben el polvo. Con 12 máquinas y 30 filtros en cada una se asegura que las corrientes de aire impidan la salida del material pulverulento. «Nos hemos adelantado a las medidas ambientales para tener todo el material cubierto», subrayó el director general.

La operativa dentro de la nave es simple y moderna. Una pala carga el material en una tolva cerrada, también con filtros para evitar la dispersión. De ahí las toneladas van saliendo en una máquina cargadora, también cerrada, y que las va depositando directamente en los buques. Esta será la operativa con los productos pulverulentos. La escollera siderúrgica de los hornos altos en cambio, al no generar nubes de polvo, se almacena en el exterior de la nave, si bien con emisores de tensioactivos cerca.

La inversión alcanza los 5,5 millones y, además de la clave verde, tiene otra de lógica económica. Para la corporación, esta dársena «significa la pervivencia en la producción y comercialización del cemento gris que desde 1898 venimos desarrollando en Asturias», expresó Fernando Masaveu. La del siglo XIX fue la primera fábrica de cementos del país y desde Tudela Veguín abastecía al mercado más próximo, un radio de acción que ya no basta. La nueva terminal «es la solución óptima para el transporte de nuestros productos a los destinos distintos de la comunidad autónoma; esto hará que nuestra actividad en El Musel sea más sostenible ecológicamente, eficiente en consumos energéticos y económicamente más viable», comentó el presidente de la sociedad.

Se trata de un asunto determinante si se tiene en cuenta «el agotamiento de nuestros mercados asturianos, que solo consumen el 6% de nuestros productos», precisó Fernando Masaveu. Semejante demanda hace de «la exportación, y por tanto de la competitividad, elementos esenciales para la supervivencia y el funcionamiento de nuestra fábrica de Aboño y la consolidación de los puestos de trabajo», expuso.

La cementera comenzó a sacar mercancía por El Musel en 1963 y ahora es la primera en asentarse en el muelle ganado con las obras de ampliación. «Estamos seguros de que a esta primera concesión seguirán otras que complementarán y dotarán de funcionalidad creciente a unas instalaciones con las mayores posibilidades para hacer frente a los retos a los que nos obliga el siglo XXI», confió Laureano Lourido, presidente de la Autoridad Portuaria.

Masaveu Industria, Cementos de Tudela Veguín y Escorias y Derivados, todas sociedades de la corporación, dan actividad a los mulles y al tráfico marítimo. El buque de referencia es el 'Cristina Masaveu', con 10.000 toneladas de capacidad, y que acostumbra a hacer ruta con Galicia, comunidad cuyo terreno granítico impide la producción del cemento. Otras líneas de exportación llevan los productos a Inglaterra, Irlanda y África. La inversión de la Corporación Masaveu es así «gran estímulo» para perserverar, dijo Lourido.

«Lo que le sucede al puerto, le sucede a Gijón», reconoció la alcaldesa, Ana González, quien recordó que en el momento actual «al noroeste le urge ampliar y consolidar sus conexiones logísticas internacionales».

A la presentación en sociedad de la terminal acudió un gran número de autoridades políticas y empresariales, entre las que se cuentan el presidente de la Federación asturiana de empresarios (Fade), Belarmino Feito; el consejero de Industria, Enrique Fernández; los presidentes de las cámaras de comercio de Gijón y Oviedo, Félix Baragaño y Carlos Paniceres respectivamente, y el vicepresidente de la de Avilés, Alfredo Fernández Santos.

Del puerto acudieron entre otros su director, José Luis Barettino, y de la Corporación Masaveu, José Luis Sáenz de Santamaría. La delegada del Gobierno, Delia Losa, estuvo acompañada del coronel jefe de la zona de Asturias, Francisco Javier Almiñana, el teniente coronel Francisco Javier Puerta, el jefe superior de la Policía Nacional, Juan Jesús Herranz, y el comandante naval de Gijón, Carlos Orueta Lueje.