María Elvira Muñiz, justicia poética

La labor docente de Marial, como era conocida, la llevó por centros escolares de toda la región, desde los gijoneses La Asunción, Santo Ángel, San Vicente de Paúl, Roces, Padre Feijoo y Jovellanos a los institutos Carreño Miranda de Avilés y Cangas del Narcea. Además, fue promotora y colaboradora cultural en el Ateneo Jovellanos, el Ateneo Obrero y en certámenes literarios como el Café Gijón, el Dolores Medio de Novela o el Ateneo de Poesía.

«Toda la literatura asturiana escrita en castellano no puede entenderse sin las aportaciones que hizo», afirmó Francisco Álvarez Velasco, quien recordaba que Muñiz mantuvo actividad literaria hasta 2008 y, a lo largo de su vida, «estuvo en contacto con los asturianos transterrados o desterrados enAmérica. Ahí hizo una labor impresionante».

El acto de ayer, «no de necrofilia sino de admiración» según el propio Álvarez Velasco, se suma a los reconocimientos que recibió en vida, como las medallas de plata de Gijón y el Principado en 2008 o la calle que lleva su nombre en Montevil. De los homenajes a su figura, uno de los más especiales fue el premio María Elvira Muñiz de Promoción de la Lectura, que el Ayuntamiento entrega desde 2010. Este año, en su octava edición, los ganadores se darán a conocer el próximo 18 de diciembre. Hasta esa fecha, las bibliotecas municipales que recibieron 2.000 libros de su colección mantendrán exposiciones de los ejemplares donados. El agradecimiento por este gesto se extendió ayer a su cuñada, María Luisa Fernández Villaverde, artífice de la concesión.

El legado de María Elvira Muñiz se expondrá también hasta el domingo en el Antiguo Instituto, donde permanece instalada la muestra 'Enseñanzas del tiempo', integrada por documentos, retratos y objetos personales.