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Ó. P.
GIJÓN.
Sábado, 2 de junio 2018, 02:08
Ojos irritados, malestar general o vómitos. Algunos de los bañistas que decidieron probar las aguas de San Lorenzo el pasado sábado sufrieron diversas secuelas por entrar en contacto con los vertidos que tiñeron de marrón la playa. Así lo asegura María Ortea, bañista ... habitual en San Lorenzo durante todo el año, quien también decidió bañarse el pasado fin de semana instantes antes de que se conociera las malas condiciones del agua.
«No sé qué llevaría la marea, pero yo tuve problemas tremendos de irritación en los ojos tras salir del mar. Y no fui la única con irritaciones. Algunas compañeras de baño salieron igual», señala. A raíz de ello tuvo que lavarse los ojos con manzanilla para que la aliviar la irritación. «Las duchas, además, estaban todas ocupadas ya que había una sola libre, como ocurre buena parte del año. Fue complicado lavármelos», concluye.
En la misma línea se pronuncia Marta Vega, también bañista habitual durante todo el año. Afirma desde La Escalerona que no es la primera vez que las aguas de San Lorenzo arrastran residuos indeseables. Lo que se vivió el fin de semana pasado, sin embargo, fue excepcional. «Estaba asquerosa. Tenía desperdicios, compresas, de todo... Estaba negrísima y olía fatal. Unos compañeros entraron con neopreno y se metieron más al fondo. Allí me dijeron que estaba peor aún», relata la gijonesa.
Una escuela de surf del entorno de San Lorenzo también denuncia varios incidentes relacionados con los vertidos del pasado fin de semana. Uno de los niños que realizaba un curso de iniciación tuvo que acudir al médico unas horas después del baño a causa de los vómitos. Así se lo trasladó el padre del niño afectado al responsable de la escuela a principios de semana.
Esa tarde coincidieron en el agua numerosos cursos de surf. Después de comprobar la insalubridad, esta misma escuela debió «lavar intensamente y desinfectar» los neoprenos que estuvieron en contacto con el agua. Esta situación, según añade el profesor de la escuela, es ya habitual en otros puntos del concejo, como la playa de Peñarrubia. «Yo ya dejé de surfear allí hace tiempo, el agua está fatal», resume el deportista.
La dermatóloga Susana Mallo, por su parte, descarta que el baño en estas condiciones pueda tener consecuencias para la piel. Eso sí, siempre y cuando tras el remojón se hubieran dado una ducha intensa. Sí podría tener algún riesgo quien presentara una herida abierta ya que ésta «podría ser la puerta de entrada de gérmenes».
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