«Luis era ante todo una buena persona que se entregaba a los demás»

En la sala del tanatorio de Cabueñes lo que más se ha escuchado a lo largo de la jornada de este jueves eran las palabras «altruismo», «agradecimiento», «entrega»... Porque si hay algo en lo que coinciden todas aquellas personas que trataron con Luis Torres es en que hizo de la ayuda a los demás su forma de vida.

Su yerno, Fernando Goñi, asesor del grupo parlamentario del Partido Popular, destaca, muy emocionado, que Luis Torres era, ante todo, «una buena persona». Y fue precisamente ese rasgo el que le llevó a involucrarse «total y absolutamente» con la Asociación Gijonesa de la Caridad, hasta el último de sus días.

En su faceta más personal, Luis Torres «era muy familiar, era la persona más feliz del mundo estando con sus hijos y con sus nietos», recuerda Fernando Goñi, que señala de él «ese carácter vital que le llevaba a no poder estar quieto». «Incluso cuando ya se jubiló no paraba ni un momento, todos los días se levantaba y se iba a gestionar todos los asuntos de la Cocina Económica, para él era una entrega absoluta que no dejó ni un solo momento, hasta el final estaba al tanto de todo lo que pasaba, interesándose por cómo estaban las cosas».

Sus familiares están recibiendo numerosas muestras de cariño de las muchas personas a las que Luis Torres tendió la mano. «Siempre estaba pensando en cómo ayudar, en qué hacer, no paraba quieto, esa cabeza funcionaba a mil por hora», dicen sus colaboradores en la entidad benéfica a la que llegó de la mano de su buen amigo Luis Adaro. Entre sus empeños en los que puso un gran esfuerzo y consiguió ver hecho realidad están la residencia La Golondrina y los pisos de emergencia, los de media estancia y también las viviendas para familias.

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