Una loma vegetal cubrirá la estación intermodal en Moreda y los autobuses no irán soterrados

Ana González defiende que cuando llegó al gobierno local se encontró sin financiación ni posibilidad de lograrla, la incertidumbre de un estudio informativo que encargaba comparar dos alternativas y con «una ubicación establecida por convenio -la del Museo del Ferrocarril- que cambiaba el emplazamiento de estación en Gijón hace más de 15 años. Lo que ella califica como la «certidumbre de Moreda». Una propuesta que, según la alcaldesa, «como todas tuvo en su momento sus críticas y rechazo al analizar si significaba cerrar o no la brecha ferroviaria y unir los barrios». Recuerda que el expediente para construir la intermodal en Moreda «fue avanzando sin problemas» entre 2006 y 2010 mientras se hacían otras operaciones relacionadas con la eliminación de la barrera ferroviaria hasta llegar a hacerse un proyecto constructivo. Un proyecto del que, por su elevado coste, se decide revisar en 2011 y ejecutarlo por fases. «En esa idea estaba todo Gijón y se iba a lanzar la licitación de la primera fase cuando surge un partido creado por Francisco Álvarez-Cascos que, aunque ofenda, lo hace con dos motivaciones: el berrinche con el PP y el deseo de Cascos de destruir los proyectos en marcha en Asturias, entre ellos el plan de vías y el bioma tropical del Botánico, por su identificación con el PSOE». «Moreda contaba con todos los informes. De hecho, contaba con declaración de impacto ambiental (DIA) que -como se publicó en el BOE- sigue vigente, pero de la otra alternativa en ocho años de gobierno de Foro nunca hubo un contraestudio ni un papel». La alcaldesa asegura que por la intervención de su antecesora Carmen Moriyón, macizando la decisión para cambiar la estación de la persona que ahora «expolia política, económica y moralmente a Foro, entramos en periodo de tierra de nadie y sin posibilidades de estación». Ello no quita para que considere «un hito» la unión conseguida por la movilización social en la ciudad que desembocó en la firma del convenio de 2019.

Afirma que se «siente totalmente respaldada» por el Principado en la definición del proyecto de estación para Moreda. «Todo se habla con el consejero (Alejandro Calvo) y el viceconsejero (Jorge García) y lo decidimos conjuntamente».

«También siento el apoyo del presidente Barbón. Para el Gobierno autonómico, una vez que ya se ha logrado que el AVE sea una realidad, la gran infraestructura de Asturias es la estación intermodal de Gijón y el metrotrén, porque sabe que es lo que va a permitir relanzar el área metropolitana».

En cuanto al Ministerio de Transportes, reconoce que las relaciones han mejorado y se le ha transmitido desde Asturias que la operación de integración ferroviaria gijonesa «no es un proyecto meramente de ciudad, sino que es de Estado en el sentido de que articula un territorio y lo potencia». «Ya van tres personas distintas que ocupan la secretaría general y eso produce más dificultades».

La alcaldesa asegura que la revisión de parámetros urbanísticos que plantea para las edificaciones del plan de vías afectará a la totalidad del aprovechamiento urbanístico de los terrenos liberados. También, por tanto, a las parcelas que salieron a subasta en 2016 y no recibieron ninguna oferta. Para eso se contratará en su momento a un equipo técnico. Ana González entiende el modelo edificatorio de construcción en altura recogido en el plan especial vigente para obtener ingresos por la venta de suelo y descarta que «obedezca a motivos de especulación y braguetazo urbanístico».

Entiende ese diseño, dice, «porque las ciudades más compactas, más sostenibles y eficientes, en valoración de los urbanistas, son aquellas que se construyen en altura, y no en horizontal, como Benidorm».

Sin embargo, para la regidora hay que tener en cuenta también «la integración visual» de lo que se va a construir en ese ámbito y no es partidaria de «edificios tan altos que nos hagan pequeños y recreen una línea del horizonte un poco extraña y que incluso pueda inquietar, porque eso rompe con nuestra idea estética para esa zona y nuestro concepto de ciudad amigable, agradable y que conjuga los espacios y reparte la edificabilidad de forma armoniosa».

Sobre la propuesta 'Moreda 2020 mejorada', la que defienden Ayuntamiento y Principado como más idónea, se muestra remisa a facilitar excesivos detalles técnicos. Dice que «aún es pronto» para ello. Sin embargo, sí explica que se cambia ligeramente la ubicación respecto al proyecto de 2010. «Se acerca más para entendernos a la zona del Museo del Ferrocarril y queda separada de ella por 280 metros».

Ese desplazamiento es «por razones de integración urbana», pero todavía se quiere corregir aún un poco el emplazamiento «para evitar el movimiento de un colector». También avanza que los técnicos «están pensando en la bajada de la playa de vías un poco más de lo previsto para poner la cubierta encima».

Una cubierta verde transitable para comunicar los barrios de la zona oeste y del centro que «se ajustará» respecto al diseño de 2010, pero que se configura con la misma idea de ser «una loma vegetal, un parque en altura y ampliación del de Moreda». Juzga importante que «la gente sepa que no estamos hablando de un soterramiento total». «En la propuesta del Museo del Ferrocarril en la zona de Moreda tampoco iba soterrada del todo y la caja de vías es la misma». En cuanto a la estación de autobuses, «esta va tapada, no soterrada».

Los andenes de larga distancia se sitúan a la misma cota que las aceras de la calle, para facilitar la accesibilidad y minimizar recorridos. Y los andenes de cercanías de ancho ibérico (Renfe) en cambio sí van soterrados.

Así como en otras ocasiones se aventuró a dar plazos de licitaciones y posibles inicios de obra de la estación, ahora la regidora lo evita por la incertidumbre temporal que conlleva la parte de evaluación ambiental. Ella sigue defendiendo que haber aprovechado la declaración de impacto de 2006 para Moreda, suspendiendo la tramitación del estudio informativo actual hubiera permitido ahorrar tiempo, pero se echó atrás para evitar las amenazas de judicialización de algunos partidos.