La justicia confirma la suspensión de 120 días al jefe del capataz acosador de Emulsa

El juez Fernando Ruiz Llorente considera probado que la inacción y encubrimiento de los hechos por parte de esta persona permitieron que las prácticas de acoso sexual del capataz despedido, con quien además de trabajo compartía una relación de amistad, «se enquistasen en el tiempo como consecuencia de que omitió comunicarlas a sus superiores».

La sentencia aún no es firme y es recurrible en un plazo de 5 días en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA). En Derecho Laboral a este recurso se le denomina de suplicación. El encargado cuya demanda ha sido desestimada se encuentra actualmente en situación de baja laboral. A partir de las pruebas periciales y las declaraciones en el juicio del pasado día 8 de dos de las trabajadoras víctimas de acoso, la sentencia declara la improcedencia de la demanda.

El caso estalló el pasado otoño, cuando se presentó una denuncia de acoso laboral por parte de un trabajador, en la que éste relataba cómo el mismo capataz que le hacía la vida imposible realizaba actuaciones de acoso sexual hacia sus compañeras. Esto dio pie a una investigación interna cuyas conclusiones, una vez conocidas por el anterior presente, el exconcejal Olmo Ron, desataron una auténtica tormenta en Emulsa. Se trataba de un modus operandi de largo recorrido del que tenían conocimiento muchos trabajadores de la empresa, entre ellos y especialmente el encargado sancionado, pese a que ninguna compañera había presentado denuncia formal al tratarse de trabajadoras eventuales que lidiaban con el acoso como podían por miedo a perder sus empleos . El capataz terminó despedido de forma procedente (renunció a su demanda laboral y aceptó un finiquito de 21.000 euros) y el por entonces gerente, Alfonso Baragaño, fue cesado de su cargo y sustituido posteriormente por Esteban Lázaro Álvarez.

La defensa del jefe de Emulsa ahora sancionado pidió en el juicio la anulación de la sanción por defectos formales al comunicarla y una indemnización de 15.000 euros por daños a su honor.