Control policial junto a una de las vallas colocadas en los accesos a la fiestas de Castiello en 2017. DAMIÁN ARIENZA

Una joven recibe 18.000 euros de indemnización por una caída en las fiestas de Castiello

La denunciante tropezó con una de las vallas, que estaba tirada en suelo, que la sociedad de festejos había alquilado para impedir el botellón

I. VILLAR

GIJÓN.

Lunes, 9 de diciembre 2019, 01:26

El juzgado de Primera Instancia número 6 de Gijón ha condenado a la Sociedad de Festejos San Pedro de Castiello de Bernueces, de forma solidaria con la aseguradora Mapfre, a indemnizar con 18.000 a una joven que sufrió una fractura de tobillo ... al tropezar con una valla a la salida de las fiestas, en julio de 2017. Ese año Castiello empezó a blindarse contra la práctica del botellón y los posibles actos vandálicos.

Publicidad

Según relató la denunciante, que cuando ocurrió el accidente tenía 19 años, hacia las cuatro de la madrugada abandonó la fiesta junto a unos amigos y mientras iba caminando por la carretera se cayó al tropezar con una valla que estaba tirada en el suelo y que no vio. Al notar que se había hecho daño en un tobillo y no podía levantarse, sus acompañantes, según recoge la sentencia, «se dirigieron a los servicios médicos que estaban situados a la entrada del recinto, pero les dijeron que no estaban autorizados a ausentarse del lugar, ya que su cometido era atender las emergencias que pudieran producirse dentro del recinto». En segunda instancia acudieron a los agentes de un control policial, que llamaron a una ambulancia que llevó a la joven a Cabueñes. En el hospital se certificó que había sufrido una fractura-luxación del tobillo izquierdo del que ha tenido que ser intervenida en dos ocasiones, la última de ellas un año después de los hechos. Tardó doscientos días en curarse, con secuelas como una limitación de la flexión plantar.

Carretera poco iluminada

La jueza argumenta en su fallo que una vez que ha puesto vallas para controlar el acceso al recinto la sociedad de festejos «es responsable de que no sean desplazadas del lugar donde fueron colocadas y de evitar que la gente que acude pueda moverlas o tirarlas».

Añade que aunque el incidente tuvo lugar fuera del prau de la fiesta, la carretera en la que ocurrió «estaba destinada a que las personas transitaran a pie por la misma para dirigirse al recinto, y es lógico que lo hagan en un ambiente de relajación», sin tener que fijarse si hay algún obstáculo. Además «la fiesta transcurre de noche y la carretera no estaba suficientemente iluminada». La demandante estuvo representada por el despacho Benavides y Asociados.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad