Intenso rastreo en Cabrales para encontrar a Javier Amigo: «La frondosidad de las laderas dificulta la búsqueda»

Por ello, rapelan desde distintos puntos de la ruta para intentar encontrar al montañero. La previsión es que a lo largo del día se incorpore al operativo el equipo Pegaso, que utilizará drones para el rastreo. La niebla situada en la parte alta de la ruta imposibilita que el helicóptero del Instituto Armado haya levantado el vuelo. Por el momento la búsqueda solo se realiza por tierra.

Son largas y tensas las horas de espera para conocer el paradero de Javier Amigo Coto, montañero gijonés de 60 años desaparecido desde el domingo en la canal del Texu, en Cabrales. «Estamos perdiendo la esperanza de encontrarle con vida», explica Elvira Fernández, su mujer, quien a su vez hace un llamamiento a los excursionistas que estuvieron el domingo entre Poncebos y Bulnes: «Cualquier pista o información sería de gran ayuda. Ya no sabemos por qué camino tirar». Son ya tres noches y 72 las horas en las que se desconoce el estado de salud y paradero del montañero.

La de ayer no fue una jornada de rastreo fructífera. A primera hora de la mañana, la Guardia Civil comunicó a la familia que priorizaría la búsqueda de Rosi Hevia y Eva Heredia, otras dos excursionistas perdidas en el entorno del pico Campigüeños (Caso), que habían dado señales de vida a los equipos de rastreo. Búsqueda que por cierto resultó exitosa.

Fue su hallazgo el que propició la reanudación de las tareas de rastreo en la canal del Texu. El helicóptero de la Guardia Civil y tres efectivos del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de Cangas de Onís se hicieron cargo de la operación. Trabajos que apenas una hora después se vieron, de nuevo, aplazados para acudir al rescate de una montañera que se había lesionado el tobillo bajando desde el refugio de Cabrones, en el límite de la canal de Anuesa. Su rescate no se pudo llevar a cabo hasta pasadas las 18 horas. La mujer se encontraba en un lugar de difícil acceso para la aeronave, por lo que los tripulantes tuvieron que acceder a ella a pie para después portearla.

La decisión de priorizar otros operativos de búsqueda a lo largo de la mañana de ayer fue encajada por la familia con comprensión. «Siendo realistas, mi marido es el que menos esperanza tiene de estar con vida», planteaba ayer su esposa a este periódico.

La previsión del Instituto Armado pasa por retomar hoy la búsqueda de Javier Amigo. Efectivos del GREIM de Cangas de Onís, Mieres, Sabero y Potes volverán al operativo, al que ayer por la tarde se sumó el equipo Pegaso con la utilización de drones. También estuvieron presentes efectivos de Bomberos del Principado de Asturias.

Al dispositivo de rastreo tienen previsto sumarse dos miembros del grupo de montaña Xove, agrupación a la que pertenece Javier Amigo desde hace varios años. Su intención es revisar el camino paralelo al río Cares durante al menos tres kilómetros. Río arriba desde Poncebos. «Estaremos también a disposición de la Guardia Civil. Solo cabe ofrecer nuestra ayuda para intentar terminar el operativo de búsqueda lo antes posible», asegura Luis Gutiérrez, miembro del grupo. «Nos gustaría ser más, pero las obligaciones laborales de muchos hacen imposible que podamos sumarnos», lamentan.

Javier acudió a Poncebos -localidad de la que parte la ruta de la canal del Texu- junto a su mujer y su cuñada. Su plan del día era comer con los compañeros del grupo Xove en un restaurante de Poncebos a las 14 horas. Javier partió pasadas las 10.30 horas por la canal del Texu -dirección Bulnes- al encuentro de sus compañeros. Su mujer y su cuñada ascendieron y descendieron en funicular.

Fue a las 14 horas cuando su familia y sus amigos se percataron de la ausencia de Javier. Su mujer ascendió de nuevo en funicular para rastrear la zona. «Es un montañero experimentado. Era al menos la sexta vez que subía por la canal del Texu», explica su mujer. Pasadas las 17 horas, la Guardia Civil activó el operativo de rastreo que aún hoy se mantiene.