
Jaime León Santamaría
Secciones
Servicios
Destacamos
Jaime León Santamaría
Con la llegada de los primeros alevines a la planta de Sea Eight en El Musel, se puso ya en marcha la producción de ... esta fábrica, cuya primera piedra se puso hace cuatro años con una ayuda de 3,6 millones de euros del Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA). El CEO de la compañía, el asturiano Jaime León Santamaría (Mieres, 1969), explica los pormenores de un proyecto único, llamado a convertirse en la mayor planta de acuicultura del continente.
–¿Qué supone la planta de Gijón para su firma?
–Esta inversión aquí en Asturias es absolutamente estratégica y crítica porque supone un incremento de nuestra capacidad productiva enorme. Se trata de nuestra primera fábrica nueva completa. Hasta ahora habíamos hecho adquisiciones y las habíamos transformado para la producción de lenguado. Es una prueba de fuego de nuestra capacidad tecnológica para poder poner en marcha una planta desde el inicio. Aparte, aquí tenemos una enorme capacidad de crecimiento futuro.
–¿Cómo se gestó la elección de Gijón?
–Una de las dificultades de este negocio es encontrar un terreno que tenga unas condiciones, como capacidad para crecer, acceso a agua, que no haya un montón de limitaciones medioambientales porque por ejemplo haya dunas protegidas. No es fácil. Hemos mirado desde Bilbao hasta Cádiz, por toda la costa, incluyendo la portuguesa, donde hicimos varios intentos, en Figueira da Foz y en Nazaret. Al final, por una u otra razón, siempre se fue al traste. Entonces, mi cuñado me animó a mirar aquí en Asturias, contacté con la gente de Sekuens, me pusieron en contacto con el Puerto y aquí estamos.
–La acuicultura en tierra firme es lo que les hace especiales.
–La ventaja de producir en tierra firme, que es la última tecnología en acuicultura, es que no tienes interferencia ninguna con el fondo marino. No perjudicas al mar, no tienes redes de arrastre. Medioambientalmente tiene un impacto cero.
–¿Es un sistema sostenible?
–Todo lo que habitualmente se critica de la acuicultura, en nuestro sistema queda enormemente reducido. El agua de fuente, que puede tener restos intentamos que sea lo mínimo posible para que el impacto en el mar sea casi nulo.
–¿Tiene que ver con la tecnología RAS que utilizan?
–Es del inglés Recirculation Aquaculture System, que quiere decir que reciclamos el agua. Si tú necesitas una cantidad de agua de 10.000 metros cúbicos, pues al final utilizas un 3%, es decir, 10.000 metros cúbicos por hora que va girando en la instalación. Realmente agua nueva solo tenemos un 3% de esa cantidad, que es la pérdida por evaporación y un poco de reposición, pero es mínimo. Utilizamos muy poco caudal de agua nueva. En otras especies es más complicado, pero en un pez plano como el lenguado, que puedes tener tanques en altura y una ocupación óptima del espacio, es francamente eficiente.
–Acaban de recibir 40.000 alevines para poner en marcha la producción.
–Y son pocos. Aquí debemos tener de 1.800.000 a 2.000.000 de peces que iremos metiendo paulatinamente, porque no los podemos pescar. Los peces crecen aquí más o menos 12 o 14 meses en lo que es la planta de engordo. Si metiésemos todos los peces el primer día, a los 14 meses tendríamos que pescar todos los peces. Que eso lo absorba el mercado es mucho más complicado que meter un lote de peces en un mes, al siguiente otro. Al final, entre los que entran y los que salen, aquí habrá aproximadamente entre uno y dos millones de peces.
–Hace cuatro años, contaban con hacer una inversión de 73 millones, con 2.400 toneladas de producción y 145 puestos de trabajo.
–Estamos viendo nuevos diseños de nuestro proceso y mejoras en el aprovechamiento de espacio que nos puede llevar a 4.000 toneladas e incrementar el número de empleados.
–¿En qué plazo de tiempo?
–Es difícil de decir, porque hay una fase de obtención de licencias, inversiones largas de ejecutar, pero intentaremos mejorar los plazos para llegar a 4.000 toneladas en cinco o seis años. Sería un plazo razonable y ambicioso.
–No tienen competencia, ¿verdad?
–Ahora mismo no hay ninguna empresa de recirculación en tierra firme de 4.000 toneladas en Europa. Pero al margen de esto lo principal es que tenemos un producto 'premium', de grandísima calidad. No es que lo digamos nosotros, es lo que nos han transmitido nuestros clientes.
–¿Qué les diferencia?
–La frescura. Un pez pescado en el mar del Norte viaja en barco dos o tres semanas, va a puerto, entra a la lonja y luego se transporta por camión. Lo que pescamos hoy aquí, pasado mañana, está en el mercado. Es frescura absoluta. Calidad, calidez y seguridad alimentaria, por supuesto. Tenemos un control absoluto de todo el proceso, desde la química del agua, la temperatura, el nitrito, el nitrato. Todo está monitorizado y tenemos un departamento veterinario interno, otro de calidad que hace auditorías internas. El producto en sí es espectacular y seguro.
–¿Venden a todo el mundo?
–Por toda Europa, desde Grecia hasta Holanda, Francia, Italia, Alemania... El producto viaja muy bien y estamos vendiendo ya desde hace meses a Estados Unidos, donde tenemos un potencial de crecimiento brutal.
–Bueno, ahora con la guerra de aranceles...
–Es cierto que es un riesgo que tenemos ahora, pero el mercado sigue ahí y esto es una apuesta a largo plazo. Tenemos un contrato de concesión para estar aquí 30 años y prorrogables.
–¿Qué papel ha jugado la ayuda del Principado para instalarse aquí?
–Es la administración que ha trabajado de una manera más eficiente, más dispuesta a colaborar en el proyecto, siempre apoyando y dando soluciones. Hemos tenido muchas trabas burocráticas en otros sitios, donde hemos estado tres o cuatro años para tener que desistir.
–¿Conocen el proyecto de Naval Azul?
–Nos comentó la idea Jesús Martínez Salvador y nos parece una iniciativa francamente interesante, en la que estamos abiertos a escuchar y a participar.
–La innovación también es una de sus prioridades.
–Sí, este proyecto tiene una enorme profundidad tecnológica. Estamos lanzando un proyecto de selección genética y estamos dando los primeros pasos para aplicar la inteligencia artificial al cultivo de peces. He visto cómo lo están aplicando en Noruega y tiene enorme potencial. Al final, queremos crear un centro de desarrollo tecnológico en muchas áreas posibles de investigación que tiene este negocio.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La NASA premia a una cántabra por su espectacular fotografía de la Luna
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.