Más de 500 jabalíes abatidos con arco en Gijón en los últimos dos años

En esta campaña de control, no se utilizan armas de fuego, sino arcos y flechas, que se lanzan desde una serie de puestos ocultos a lo largo de todo el municipio. En total, son diez los arqueros que durante las noches colaboran con Gijón, en su tiempo libre. «La campa va muy bien. Esta práctica se hace también en Oviedo y Navia, pero aquí está funcionando mucho mejor».

Una de las premisas es aprovechar la carne de los animales abatidos. Se reparte entre los comedores sociales, especialmente la Cocina Económica. Hasta el momento se ha hecho unas tres veces, «porque tiene una operativa muy compleja», explicó el concejal de Distrito Rural, José Ramón Tuero. Mientras que no se pudo poner en marcha esa operativa, los animales eran enviados a las instalaciones de Cogersa para su destrucción. Fue necesario conseguir una guía de transporte sanitaria para poder enviar los animales, en vehículo refrigerado, a la sala de despiece oficial, que está en Pola de Laviana. «Haremos alguna campaña más de entrega de carne antes de que finalice este mandato», aseguró José Ramón Tuero.

El motivo de desarrollar este plan es que la proliferación de jabalíes lleva causando muchos problemas en el concejo desde hace años. Además de todos los destrozos que ocasionan en sembrados, praderías, instalaciones deportivas y parques públicos, hay que tener en cuenta que, por ejemplo, en 2020 ocasionaron 62 accidentes de tráfico en las vías interurbanas gijonesas. Para tratar de controlar la población de suidos, se han determinado 50 puestos de control en todo el concejo, aunque se centra especialmente en el Monte Deva.

Una serie de cámaras camufladas localizan el paso habitual de los animales por las zonas en las que se colocaron cebaderos de maíz para atraerlos. De esa manera, se pretende conseguir que el control de los jabalíes sea más eficiente.