«Si hago esto en Masterchef gano»

Isaac Gómez, ovetense de 17 años a tratamiento por un proceso oncológico, llega al número 76 de la calle Cabrales con el gesto torcido. Le han preparado una sorpresa, pero él no parece estar muy convencido. Junto a sus padres, Pedro y Ana Belén, su hermana Ainhoa y el novio de esta, Adolfo, entra en el restaurante Marcos; el local que el sumiller y empresario asturiano Marcos Granda, con cinco estrellas Michelin a sus espaldas, abrió en Gijón el pasado febrero. En la cocina, que es también el comedor, porque aquí se come mientras uno ve cómo se elaboran los platos, Camino Luna, voluntaria de la Fundación Pequeño Deseo, le desvela la sorpresa en la que ha venido trabajando estas últimas fechas. Le entrega la casaca de cocinero que lleva bordados su nombre y el del restaurante, el gorro, el delantal, y unos cuchillos «de profesional».

Ya está preparado para cumpir su sueño. El de «cocinar con algún famoso». Y en cuestión de segundos le cambia el gesto. Una sonrisa, tímida al principio, confiada a medida que empieza a desenvolverse entre fogones, ilumina su cara. Bromea y hasta baila al ritmo de la música. «Pues oye, no se le está dando nada mal. Pensé que iba a estar más nervioso», le aplaude su padre.

Al lado de Marcos Mistry, jefe de cocina del restaurante Marcos, Isaac preparará una pasta fresca con una sabrosísima salsa de tomate con sidra -entre otros muchos ingredientes- y unos ñoquis de carabinero y papada ibérica acompañados de espárragos alpinos que le permiten poner en práctica esas esferificaciones que tantas veces ha visto por televisión en Masterchef. «Para esto, como no seas bueno en matemáticas...», le explica Mistry mientras calcula las cantidades exactas de espesante y emulsionante que debe añadir.

Y así, entre cacerolas, sartenes y Thermomix, Isaac cuenta que de los tres jurados del concurso, su favorito «es Pepe». Y Marcos Mistry le revela que él ha formado parte del equipo culinario que trabaja en el programa «detrás de las cámaras».

Delante de las de EL COMERCIO digital, Isaac emula el emplatado de estrella Michelin y afirma, ufano: «Si hago este plato en Masterchef, gano». ¿Qué nombre le pondrías? «Experiencia relativa», contesta. «Experiencia por lo que viví y relativa por el proceso, que es relativo». Lo explica «feliz», presumiendo de una chaquetilla «que a lo mejor me pongo cuando vaya a la siguiente analítica» y deseando poder contar las cuatro horas que ha pasado en la cocina del restaurante Marcos a sus compañeros del módulo de grado medio de Gestión Administrativa en el IES Nº 5 de Avilés y a «los médicos y enfermeras» del HUCA.

«Hola Isaac, soy Pepe, de Masterchef, tengo muchas ganas de conocerte». Y es que el caso de Isaac ha llegado incluso al jurado del programa de alta cocina por excelencia de la parrilla televisiva: Masterchef. Tal es así que hasta el chef Pepe Rodríguez ha querido compartir un vídeo para mandar ánimos al joven ovetense. «Sé que ahora estás malito pero todo se pasa y cuando te pongas bien quiero que vengas a El Bohío —el restaurante de Rodríguez— a conocerme porque vamos a cocinar juntos», le dice Rodríguez en este emotivo mensaje en el que se despide deseándole una pronta recuperación.

El de Isaac es uno de los cerca de 400 deseos de niños entre 4 y 18 años con una enfermedad grave o crónica que la Fundación Pequeño Deseo se encarga de materializar cada año en toda España. En sus 23 años de historia esta organización ha hecho realidad unos 6.500 deseos, «a veces, su mejor medicina», como reconocen los propios médicos que los atienden. Porque cumpliendo ese sueño «se incide positivamente en el bienestar de los pequeños y de sus familias». Y esa inyección de energía y positividad «beneficia psicológicamente» a los pacientes. «Al final, somos un complemento al tratamiento médico», destacan desde la Fundación.

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