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«Sigo confiando en la Justicia». Jesús María Menéndez, el 'padre Chus', hizo uso del derecho a la última palabra en el juicio en el que se le acusa de corrupción de menores y tráfico de drogas para reiterar su inocencia respecto a ... los cargos que pesan sobre él y que niega tajantemente.
En la segunda y última sesión de la vista oral, celebrada a puerta cerrada en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, declararon varios de los policías del grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Gijón que llevaron la investigación y que detuvieron al exsacerdote en el piso de la calle Donato Argüelles por las supuestas proposiciones de sexo a menores a cambio de sustancias estupefacientes.
Los trabajos policiales partieron de una menor, tutelada por el Principado, que fue localizada bajo los efectos de la cocaína. Su testimonio apuntaban directamente a uno de los jóvenes a los que se le relacionaba con el 'padre Chus', por lo que la investigación se centró en el piso de la calle Donato Argüelles, epicentro de los encuentros y lugar habitual de paso de los quince testigos protegidos que declararon en el juicio. El exsacerdote aseguró en primer día del juicio que «nunca había realizado propuestas a ninguno de los chicos y que solo les intentaba ayudar».
En la última sesión del juicio, antes de que dar visto para sentencia, la fiscal retiró la acusación para uno de los dos jóvenes que vivían con el 'padre Chus' y al que consideraban autor de un delito de tráfico de drogas. A la vista de las pruebas practicadas en el juicio oral, se retiraron los cargos contra él. El otro procesado por drogas llegó a un acuerdo con la acusación pública, reconociendo los hechos y aceptando una pena de dos años de prisión, frente a los cuatro que afrontaba inicialmente.
La fiscalía mantuvo la petición de diez años de prisión para Jesús María Menéndez, 'Chus', quien fue expulsado de la Iglesia por el Vaticano hace seis años tras tener conocimiento de unos vídeos en los que aparecía manteniendo relaciones con menores, si bien en aquella ocasión la investigación judicial quedó archivada por tratarse de menores de edad, pero mayores de 16 años, con lo que no constituía delito. Para el estado Vaticano, sin embargo, ese límite de edad son los 18 años.
En este procedimiento judicial no existe acusación particular, ya que ninguno de los supuestos perjudicados se ha personado a título individual. Están representados por el ministerio fiscal que ejerce la acusación pública.
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