«Si hay ingresos te olvidas de la fecha»

Asegura que pasar una noche tan especial alejada de los suyos también se sobrelleva mejor por «el ambiente familiar y de confianza con los compañeros y los pacientes que tenemos en Jove». «A diferencia de otros grandes hospitales en que todo es más impersonal, aquí todo el mundo te felicita las fiestas», afirma. «A la hora de la cena siempre buscamos un hueco para reunirnos los pocos médicos de guardia de los diferentes servicios para felicitarnos y brindar metafóricamente», destaca.

Su experiencia más traumática estando de guardia unas navidades fue en el cambio de año de 2018 a 2019. Le coincidió el turno de trabajo con el caso del niño de tres años que murió atragantado por una uva en El Natahoyo. Confiesa que también le resulta especialmente duro, en unas fechas tan señaladas como estas, tener que «dar malas noticias a los familiares en caso de fallecimiento».

Marcial Casares, intensivista extremeño de 54 años, también es veterano en lo referente a hacer guardias en fechas navideñas. En la UCI del Hospital de Cabueñes le tocó hacerlo en Nochebuena por segunda vez consecutiva por ser uno de los más novatos dentro del servicio, ya que vino hace año y medio a Gijón trasladado desde Cáceres.

La situación con pacientes covid ha cambiado a mejor respecto a las navidades pasadas. «En la UCI de Cabueñes están ingresadas nueve personas», expone. «Todos han desarrollado la enfermedad por la variante delta y tienen entre 50 y 60 años. El 60% aproximadamente no están vacunados y el 40% sí lo están», agrega. «De tener 40 pacientes en la UCI y hacer guardias cada tres días hemos pasado en un año a 16 pacientes y unas guardias más llevaderas», resume. «Si hay ingresos te olvidas de la fecha», asegura Marcial, quien aprovechó para llamar por videoconferencia a sus hermanos reunidos en Extremadura y a su mujer e hijos, que están en Asturias, en un receso del trabajo.