Industria ultima la apertura de la ITV de Granda mientras la demora es de dos meses

La opción de la ITV de Granda, que debería reducir todos esos tiempos, no ha estado exenta de una polémica que llegó hasta los tribunales. La obra fue avanzando a pesar del recurso presentado por los vecinos y la plataforma que luchó para que no se instalase en esa ubicación. La justicia no les dio la razón. La jueza avaló la concesión de la licencia municipal para abrir la instalación por tratarse de «un acto reglado» y cumplir con la normativa urbanística. La plataforma ha tirado la toalla porque, como reconocían ayer a EL COMERCIO, «no tenemos dinero para seguir costeando este proceso judicial». Mantienen su rechazo, pero dicen que las circunstancias les han obligado a «resignarnos».

Ahora, por tanto, todas las miradas está en la fecha de apertura que establezca la consejería de Industria. Inicialmente se había barajado el 29 de agosto, aunque a día de hoy no se ha oficializado qué día será o si se retrasará alguna jornada respecto a lo previsto. Fuentes consultadas aseguran que se están ultimando los detalles para la apertura.

Lo que lleva tiempo ya concluido es el cruce con el camín de La Perdiz que desde hace meses ya luce la señalización vertical, con un poste que indica las direcciones para dirigirse a Pola de Siero, Granda y Langreo.

Se barajó que en la nueva ITV se atendiera un volumen de 451 vehículos diarios aunque esa previsión siempre fue de máximos. La intención es que se cuente inicialmente con un supervisor, tres inspectores por turno y una persona en oficina como mínimo.

Las instalaciones dispondrán de seis líneas de inspección para vehículos ligeros y otra exclusiva para ciclomotores y quads. ITVASA siempre rechazó que se vayan a pasar inspecciones de vehículos pesados. La obra de la adecuación de la nave supone para el Principado una inversión de 396.270 euros, mientras los equipos técnicos añaden otros 253.858 euros.