El Hogar de San José diseña una reforma que reducirá a 32 sus plazas de acogida

El arquitecto Marcelino Galán firma un proyecto que adaptar la edificación de 1983 a las necesidades actuales. «Antes los centros eran muy grandes y ahora el modelo de intervención es de unidades mucho más familiares, de atención más individualizada y reparadora», indica Piñera. «Huimos de ello y perseguimos espacios más normalizados y amables; abiertos, luminosos y protectores», incide. Para ello, de los seis módulos con que cuenta el edificio se mantendrán como están los tres de la derecha, los más próximos a la parroquia de San Esteban del Mar, y los dos siguientes se derruirán para construir el nuevo edificio. El último módulo está incluido en el plan especial PERI-04.

Sobre la planta actual se edificará una construcción de mayor volumetría que albergará el área residencial, que ahora está distribuida en tres de los módulos. De las actuales 46 plazas de acogida divididas en tres unidades -una de 24 niños, otra de 14 y otra de 8- se pasará a apenas 32, divididas en cuatro unidades con ocho niños cada una. Tal y como explica Piñera, «reducimos plazas, pero mantendremos la plantilla de entorno a 48 y 50 trabajadores, además de unos 40 voluntarios». Con ello se liberará espacio en los otros bloques para los proyectos actuales y de futuro. De salir adelante, las obras durarán año y medio y no impedirán el desarrollo habitual de las actividades. La Fundación Hogar de San José está en la Fidma, donde expone la realidad de la juventud a la que atienden y los programas que impulsa. En la Feria también muestran el futuro proyecto de rehabilitación, para el que buscan apoyo económico.