Ángeles Arques y Pablo Arques, tía y sobrino, en la heladería Verdú de la calle Los Moros de Gijón. FOTOS: JUAN CARLOS ROMÁN

Un dulce verano para todos los gustos

Helados ·

El incremento del turismo tras años de altibajos por la covid favorece una «gran» temporada de ventas, pese a la subida de los precios de la materia prima

Marina G. Vallín

Gijón

Jueves, 31 de agosto 2023, 16:00

El calor estival siempre despierta el deseo de algo fresco y los helados han sido la opción más recurrida para combatirlo desde tiempos inmemorables. Este verano no iba a ser menos. La temporada ha sido todo un éxito para las heladerías gijonesas y ha estado ... marcada, desde el inicio, por el buen tiempo y el incremento del turismo, tras varios años -en mayor o menor medida- cohibido por la crisis sanitaria de la covid.

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Rebeca Suárez Carballo, empleada del puesto de La Ibense junto a la escalera 9 de la playa de San Lorenzo, notó que «ya desde principios de julio había un montón de veraneantes», un flujo constante que no se rebajó «hasta esta semana, que ya dio peor tiempo», y el descenso se hizo notorio.

Rebeca Suárez Carballo, de La Ibense.

Por otro lado, Gemma Morais, de Regma, con sus catorce años de experiencia, ha sido testigo del impacto de la pandemia en la clientela y observó que «después de la crisis sanitaria, la demanda ha ido aumentando de manera considerable».

No obstante, Laura Menéndez, de Yogurissimo, discrepa y aporta una perspectiva diferente. Ella opina que, aunque hay incondicionales del cucurucho y la tarrina responsables de «un verano fuerte» en cuanto a ventas, «la subida de precios ha tenido un efecto negativo y percibible».

Gemma Morais, en Regma.

«El helado de yogur con topping de galleta y chocolate blanco es mi preferido. En verano vengo unas tres veces a la semana, si puedo», compartía el gijonés Pablo Lamia a la puerta, mientras sostenía contento su helado.

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Al éxito de la temporada han contribuido asturianos y foriatos. Ante el mostrador, los pedidos llegaron con acento «alemán y francés», pero también «andaluz, vasco, catalán y madrileño». A la centenaria e histórica heladería artesanal Federico Verdú, en la calle de Los Moros, le han dado una cálida bienvenida desde la apertura de su nuevo local el año pasado. Pablo Arques, de la quinta generación de trabajadores del negocio familiar, señaló que este verano ha sido especialmente concurrido, con afluencia considerable de visitantes de fuera de la región.

Laura Menéndez y Alba Reina, empleadas de Yogurissimo.

A pesar de los desafíos ocasionados por el clima en estas últimas semanas y los cambios en los precios de la mercancía, la afluencia del turismo y los clientes fieles al producto veraniego por excelencia, han tenido un impacto positivo en el comercio local. Con helados refrescantes, únicos y artesanales «cualquiera se resiste...».

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