«Nos gustaría usar todo el remanente, pero la negociación no podía durar más»

La oposición, sin embargo, cree que la fórmula aprobada para el uso de los remanentes, que contempla que los municipios presten ese dinero al Estado a cambio de que este les inyecte en 2020 y 2021 un máximo de 5.000 millones de euros a fondo perdido y les permita gastar un mínimo del 35% de lo que le hayan prestado, tiene más inconvenientes que ventajas.

Rubén Pérez, de Ciudadanos, señala que «este acuerdo nos impide gastar ya esos ahorros, y es precisamente ahora cuando más los necesitamos. Además, se ha dejado en manos del Gobierno de Sánchez determinar a qué se pueden destinar estos recursos, en vez de decidirlo nosotros, que somos los que mejor conocemos las necesidades de Gijón y los gijoneses».

La formación naranja acusa a la alcaldesa de «anteponer los intereses de su partido a los de la ciudad» al haber votado en la junta directiva de la FEMP a favor del acuerdo y advierte de que «es lesivo para los intereses de Gijón y atenta contra la autonomía municipal».

También se mostró muy crítico el portavoz de Foro, Jesús Martínez Salvador, para quien la propuesta que el Gobierno central hizo a los ayuntamientos «no es más que un expolio de lo que logramos reunir con disciplina fiscal y mucho esfuerzo de la sociedad». Aseguró que el acuerdo aprobado por la FEMP «supone que Pedro Sánchez se lleve lo que ahorraron los gijoneses durante ocho años, después de incumplir todas sus promesas de inversión en la ciudad. Hace dos años prometió derogar la regla de gasto y no solo no lo hace, sino que su gran idea es que le prestemos dinero para que él lo reparta».

Una opinión similar manifestó Alberto López-Asenjo, del PP. «No se entiende que el Gobierno de Sánchez imponga una fórmula para el uso del remanente que atenaza por completo la capacidad de inversión del Ayuntamiento. Se incautará de unos ahorros que pertenecen a todos los gijoneses y el Ayuntamiento debería poder contar ya con 44 millones de euros».