MARCO MENÉNDEZ
GIJÓN.
Viernes, 12 de marzo 2021, 00:30
El Grupo Covadonga ya tiene su propuesta para solucionar el problema de retención de agua en el anillo navegable del río Piles y la proliferación de cianobacterias. Se trata de sustituir las actuales compuertas de hormigón por otras neumáticas que permiten que fluya el ... agua y eliminan cualquier impacto visual. Lo explicó ayer el presidente grupista, Antonio Corripio, al término de la reunión que mantuvo con el concejal de Medio Ambiente, Aurelio Martín; el director general de Medio Ambiente, Cosme García, y el jefe de Calidad y Vigilancia Ambiental, Jesús Fernández Testón. Por parte grupista también participaron el director general del club, Jesús Martínez, y Asunción Cámara, ingeniera de Minas y directora de la Escuela Politécnica de Mieres.
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En este encuentro se analizaron los informes presentados anteayer por expertos de las universidades de Oviedo y de la Politécnica de Madrid. Corripio mostró su satisfacción porque «el informe de la Universidad de Oviedo excluye que haya un problema sanitario, que era lo que argüía el concejal en 2019 para cerrar el anillo navegable». El presidente grupista apuntó que, a la vista de ese informe, «no hay un argumento técnico ni sanitario para cerrar el anillo, solo uno medioambiental». Corripio reconoció que «está claro que un río sin azudes fluye mejor», por lo que explica que «lo ideal es cambiar las actuales compuertas por otras que abran completamente». De ahí que el club plantee «modernizar las compuertas para que haya un flujo de agua más constante». Y es a través de azudes hinchables.
Asunción Cámara es quien se puso en contacto con la empresa vasca Spare, especialista en estos sistemas. Explicó que «es como la cámara de un neumático. Se pone en la base del cauce y no ocasiona ningún tipo de impacto. Además, es un sistema automático y muy rápido». Estas compuertas no precisan de obra civil visible y sus márgenes se adaptan a cualquier perfil del río, eliminando las actuales cajas de hormigón que albergan la maquinaria de las compuertas. «Su mantenimiento es mucho más sencillo y económico, nada que ver con los azudes de ahora», apunta Cámara.
Estas barreras inflables dejan que el agua las rebase cuando están hinchadas, mientras que una vez desinfladas se ocultan en el lecho del río, sin generar ningún tipo de retención del agua, al contrario de lo que ocurre ahora que, aún con las compuertas bajadas, queda una especie de muro de unos 30 centímetros que retiene los sedimentos. Además, el Grupo Covadonga considera que el coste de esta instalación «es perfectamente asumible en el conjunto del proyecto de restauración global del río».
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La empresa Spare ha instalado muchos de estos sistemas en cauces de España, Portugal, Honduras y Perú. El río Piles podría ser el siguiente. Estas compuertas son muy seguras ya que, en caso de una avenida de agua, se desinflan muy rápido con solo abrir una válvula que deja escapar el aire e, incluso, cuenta con un sistema mecánico para los casos en los que falle la energía eléctrica. Los tiempos de obra para su construcción son muy reducidos y aprovecha mejor la sección útil del cauce que unas compuertas de hormigón.
Es importante que este sistema neumático no genera problemas por depósitos y minimiza la erosión. También es respetuoso con el medio ya que no precisa de pinturas ni lubricación. Pero en lo que más destaca es que no necesita pilares ni pasillos, por lo que no hay ningún impacto paisajístico.
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Esta propuesta será presentada por los responsables grupistas a las autoridades municipales en la reunión del Consejo Sectorial de Medio Ambiente que tendrá lugar la primera quincena de abril.
Antonio Corripio considera que esta solución hace compatible la renaturalización del Piles con el uso del anillo navegable para la práctica del piragüismo. Con lo que no está de acuerdo es con el estudio elaborado por la Universidad Politécnica de Madrid y que recomienda la eliminación de esa estructura. «La transición ecológica justa ha de tener en cuenta el impacto económico, social y deportivo en el entorno y estamos convencidos de que los autores del estudio no tenían esa información. Solo hicieron un estudio hidromorfológico. Si hubieran tenido en cuenta esa variable, no pondrían problemas a la compatibilidad del anillo», explicó Antonio Corripio.
A partir de ahora, los responsables del Grupo Covadonga recopilarán todos los datos de los distintos informes redactados hasta el momento sobre la situación del río Piles y el anillo navegable para «elaborar un nuevo informe que acompañe a la propuesta técnica que presentaremos en el consejo sectorial. Creemos que será una solución nueva que hará viable el anillo según las conclusiones de todos esos informes».
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Los representantes del club salieron «muy contentos» de la reunión de ayer y, a pesar de la tensión previa existente entre Antonio Corripio y Aurelio Martín, al final la relación entre ambos fue «muy bien. Pusimos las cosas encima de la mesa y centramos el debate en lo importante, en el interés general de los ciudadanos», explicó el presidente del Grupo Covadonga, que continuará recabando apoyos para conseguir que se mantenga el anillo navegable del río Piles.
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