Desde la granja a la Universidad

El pequeño Enol García ya apunta maneras con tan solo quince meses: «Le encanta el agua y las vacas, pues vivimos en un entorno donde hay muchas. En cuando se acercó al estand de Central Lechera Asturiana y vio cómo un niño sacaba líquido de la vaca, se volvió loco y para allá que fue», aseguró su madre, Raquel Cubillo.

Los mayores atractivos de este año son todos aquellos talleres relacionados con la robótica. Algunos repiten, otros son nuevos, como el de las gafas de realidad virtual que simulan un ala delta. Como Iván Beltrán, que a su corta edad ya fue la segunda vez que vivió una experiencia con estas gafas. Tal y como desveló su madre, Marimar Marín, «de toda la oferta que brinda Mercaplana, las de este tipo son las que más le gustan».

Nel Feito y Unai Bringe Arroyo son dos niños de 12 y 8 años respectivamente. Ambos probaron la actividad de programar un robot para que evite los obstáculos que presenta la 'Green City', una ciudad en miniatura hecha sobre una lona. «Es la primera vez que viene, le interesa todo lo que tenga que ver con la tecnología. Es una esponja, siempre quiere aprender», dijo la madre de Unai, Leire Arroyo. Sin embargo, Nel ya había estado en este taller en otras ediciones. Sus padres, Elisa Fernández y José Ángel Feito, afirmaron «es un niño que donde hay tecnología, allí va. En estas actividades aprenden mucho, y son muy necesarias en los tiempos que corren. Su hermana, Laia, está más interesada en otro tipo de propuestas». También había niños que lo pasaron en grande en el estand de la Universidad, donde se acercan a la Ciencia.

El circo llegó a Mercaplana. Acrobacias de suelo o aéreas, como las telas; trapecio, malabares, bolas de equilibrio, 'slackline' -cuerda floja-, un 'ovni' para fortalecer tobillos, o pedales 'go' son algunas actividades que se pueden realizar gracias a 'Circo bajo el tejado', de la Escuela de Circo de Gijón.

«Cualquier persona puede hacer circo. Desde niños, hasta adultos o personas con diversidad funcional. Ven qué se siente y si se animan, pueden apuntarse a la escuela», apuntó Eva Hernández, una de las coordinadoras.