A. ARBOLEYA
GIJÓN.
Miércoles, 24 de julio 2019, 00:28
«En los años 60, Granda era una parroquia que estaba a 40 kilómetros de Gijón mentalmente. Desde el Ayuntamiento hasta Granda hay cuatro kilómetros, pero mentalmente eran cuarenta porque nosotros vivíamos en la aldea. Por suerte la cosa evolucionó y, actualmente, la parroquia mejor ... situada de Gijón es Granda». De esta forma comenzó Corsino Menéndez el pregón de las fiestas de su parroquia. En él, además de hacer un repaso de la historia de Granda, habló también de sus experiencias y anécdotas personales vividas en las fiestas.
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A continuación, este vecino de Granda nombró la que para él es la causa principal por la que su parroquia es «la mejor situada de Gijón». «Yo fui a París con el coche y no pillé un semáforo, fui a Lisboa y no cogí un semáforo, fui a Barcelona y a Madrid y más de lo mismo. ¿Quién de Gijón puede salir hasta París sin coger un semáforo? Los de la calle Corrida, Somió, la Providencia... Todo el mundo va a coger semáforos», afirmó. Por si esto fuese insuficiente, Corsino quiso dejar claro que «somos la parroquia mejor comunicada que actualmente hay en Gijón» porque «tenemos la autopista a dos pasos».
Tras este repaso de la historia de la parroquia gijonesa, el pregonero comenzó a hablar de sus experiencias más personales y de su fuerte vinculación con Granda. En primer lugar, recordó uno de los momentos más picarescos de su infancia. Cuando tenía diez años, comenzó a ir a la Carbayera a jugar al fútbol con el resto de los niños. «Llegábamos a jugar un partido y te encontrabas con que tenías que driblar a los robles y al contrario. Entonces, quitamos los robles», contó. Pero no quedó ahí. «A los quince días, venía el Ayuntamiento y volvía a plantar los árboles. Nosotros los quitábamos otra vez. Así hasta que el Ayuntamiento decidió no plantar más», recordó. Otro de los momentos en los que quiso hacer hincapié fue la llegada de la primera televisión a finales de la década de los 60. «Yo vi la primera televisión que hubo en el centro cultural de Granda. Había una sola cadena y, cuando había algún partido interesante, íbamos todos allí a verlo». En este momento se vivió uno de los momentos más jocosos del pregón. «Todos estábamos muy contentos viendo la televisión y, de repente, la imagen se iba y aparecía en medio de la pantalla la palabra 'gamoniteiro'. Nadie sabía qué era eso, pero todos se referían a él con 'cagamentos' de todo tipo», decía entre risas.
Para ir poniendo punto final a su intervención, recordó a los allí presentes que su objetivo principal era «hacerles pasar este cuarto de hora agradable sin meterse con nadie. Ni política, ni deporte, ni nada».
Finalizó el pregón con una reflexión que desató los aplausos del público. «Quiero que entendáis que la historia es muy bonita y que debéis entenderla y respetarla. Y ya si disfrutas con ella, mucho mejor», concluyó.
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