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La proyectada ampliación del Parque Científico y Tecnológico de Gijón en terrenos de la antigua Pecuaria de Somió ha conseguido atraer la atención de un buen número de empresas. Firmas con presencia ya en Gijón y en Asturias, pero también de fuera de la región. « ... Hay un interés empresarial muy elevado», constata el director-gerente de Gijón Impulsa, Luis Díaz. Hace meses que se están manteniendo contactos en este sentido. Y, aunque aún es demasiado pronto para ver materializado ese interés, con esos proyectos que ya se están dibujando en el horizonte a día de hoy se podría dar por ocupada algo más de la mitad del suelo disponible en la primera de las tres fases del proyecto de ampliación. Una primera que, en total, y tras la última modificación del proyecto, suma 55.417 metros cuadrados.
Esos terrenos están situados en paralelo a la avenida de la Pecuaria, aproximadamente desde la glorieta del Intra hasta la urbanización La Carbayera. En ellos están previstas una decena de parcelas para uso empresarial, nueve de ellas para edificación abierta –construcciones con vocación unitaria, con una empresa por parcela– y otra para un centro empresarial con oficinas y espacios para alquiler. Se reserva además una parcela de 3.500 metros cuadrados para equipamientos y más de 10.000 metros cuadrados para zonas verdes.
Una vez que el documento de ejecución del plan especial –elaborado por los servicios técnico y administrativo de la Concejalía de Urbanismo, en colaboración con el servicio de Patrimonio– correspondiente a la primera fase sea aprobado de forma definitiva –el visto bueno inicial se lo dio la junta de gobierno el pasado 16 de abril–, las nuevas fincas se podrán inscribir ya en el Registro de la Propiedad. Será el paso previo para poder iniciar la comercialización de los terrenos, ya divididos en fincas independientes.
Para tratar de agilizar al máximo la ocupación de estos terrenos, la intención es solapar los trabajos de urbanización de la zona de La Pecuaria –se estima que lleven cerca de un año de obras– con la comercialización de los mismos.
La venta de este suelo es una cuestión que lleva su tiempo ya que requiere el cumplimiento de todo un procedimiento administrativo. Ni siquiera está establecido aún el precio del metro cuadrado al que saldrán al mercado. Pero el hecho de que ya haya firmas que hayan manifestado su intención de implantarse en el nuevo Parque Científico «aún antes de ver las máquinas» trabajando en la urbanización de la zona, ya es en sí «una muy buena noticia», valora Díaz.
A su juicio, esta situación es consecuencia del conocimiento previo que dichas empresas tienen del funcionamiento y el «potencial» del Parque Científico y Tecnológico de Gijón, el primero de España de promoción municipal nacido hace casi veinticinco años.
La ampliación que ahora está prevista permitirá casi triplicar la superficie del enclave original del Parque, ya que sumará algo más de 218.000 metros cuadrados en total. La idea es que permita la implantación progresiva de empresas y llegar a verlo completado en un margen de quince o veinte años. Está establecido que al menos el 50% de las firmas que allí se radiquen tienen que ser empresas de base tecnológica. .
Porque el fin último de la ampliación del Parque Científico es consolidar la ciudad como un polo de innovación tecnológica y, también, procurarse la atracción de inversiones y talento de otras regiones e incluso de otros países vinculados a la nueva economía del conocimiento.
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