El plan de movilidad en Gijón: doble sentido en Pablo Iglesias, avenida de la Costa para residentes y más zona ORA

El Plan de Movilidad Sostenible 2021-2030 de Gijón plantea, entre otras cosas, una nueva jerarquía de la red viaria. Las calles que conformen la red básica tendrán una velocidad máxima de entre 30 y 50 kilómetros por hora, la secundaria, 30, y la residencial-local, de 20 a 30. Esto conllevará, además, convertir la avenida de la Costa en una calle residencial, transformar Pablo Iglesias y Manuel Llaneza en un vial con dos carriles, uno en cada sentido, más un carril bus en dirección oeste, y pasar a un único carril y velocidad reducida calles como Anselmo Solar, Munuza, Eleuterio Quintanilla y Felipe Menéndez, entre otras.

El borrador del plan, presentado este mediodía en el Ayuntamiento de Gijón, será sometido a un proceso de información pública y participación ciudadana de tres meses y medio. El objetivo es contar con un documento definitivo antes de fin de año, según explicó el concejal de Movilidad y Medio Ambiente, Aurelio Martín. Manuel Pineda, director técnico de la UTE Doymo-Antea Group, explicó que se han establecido nueve líneas estratégicas y 46 medidas a poner en marcha. Todo ello para conseguir una mejora de la red básica peatonal, el desarrollo de una red ciclista, fomentar el transporte colectivo, ampliar las zonas de la ORA y la puesta en marcha de zonas de bajas emisiones, entre otras cosas. La inversión total estimada es de 92 millones de euros, que serán aportados por las instituciones comunitarias, el Ministerio de Transportes, el Principado y el Ayuntamiento de Gijón. Todo ello con el objetivo de que si actualmente el vehículo privado supone el 46% de los desplazamientos que se registran en la ciudad, en 2030 baje al 39%.

Se ha concebido la ciudad como una serie de anillos superpuestos. El primero sería la zona de la ciudad comprendida entre la avenida de Castilla, Pablo Iglesias, avenida de la Costa, Sanz Crespo y Carlos Marx. Toda ese zona hacia la mar se incluye como área de prioridad no motorizada, que también contará con las zonas de bajas emisiones del centro y de Cimadevilla. Entre esa línea y la comprendida por Carlos Marx, Pérez de Ayala, Fuente del Real, Quevedo y Anselmo Solar se establece una zona que pretende proteger a los vecinos, con el establecimiento de una zona ORA para residentes, con el fin de que las calles no sean utilizadas como si de un aparcamiento disuasorio se tratase para llegar al centro de la ciudad. En La Calzada también se aplica otra zona de bajas emisiones. En los barrios de Moreda, Polígono de Pumarín y Viesques se establecen, además, áreas de prioridad residencial. El último tipo de espacios públicos serían las áreas singulares de Nuevo Roces, Piles-Las Mestas y Milla del Conocimiento. Como queda dicho, se amplía la zona de ORA y un tercio del total serán 'naranjas', es decir, exclusivamente para residentes. De ese modo se pretende quitar presión de aparcamiento a determinados barrios, como puede ser El Coto.

Se pretende mejorar en 20 kilómetros la red peatonal, con ampliaciones de aceras, actuaciones urbanísticas y prioridad peatonal. Se construirán 24,8 kilómetros de nuevos carriles bici, 6,9 de nuevos ciclo carriles y 0,9 de sendas ciclables compartidas con peatones. En aras de la seguridad, también se desarrollarán entornos escolares seguros, con plataformas elevadas, ampliación de aceras y estrechamiento de viales.

El principal objetivo es reducir el número de vehículos privados de las calles y potenciar el transporte público. Poco a poco se irán reduciendo las plazas de aparcamiento en superficie, por lo que el Plan de Movilidad plantea la construcción de diez nuevos aparcamientos subterráneos residenciales, con un total de 3.715 plazas, y seis disuasorios, con otras 3.475.

La aplicación de todas estas medidas supondrá, según los cálculos de los técnicos, que las emisiones se reduzcan en la ciudad un 40% en el dióxido de nitrógeno y un 26,5% en el dióxido de carbono.

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