Gijón

El plan para hacer 395 pisos en la antigua Cerámica Gijonesa restaurará la ladera este de Los Pericones

Se levantarán aproximadamente 395 pisos, repartidos en ocho bloques de entre 11 y 14 plantas, de los que un 30% serán viviendas de protección repartidas de manera homogénea por todos los edificios. A estas construcciones se sumarán varias de planta baja destinadas a usos terciarios como comercio u hostelería (también habrá locales en los bajos de los edificios residenciales). No obstante, lo más significativo de la propuesta son sus amplios espacios libres –con dos enormes plazas abiertas hacia la carretera de Ceares en torno a las cuales se organizarán las edificaciones–, la reducción al mínimo del tráfico motorizado por el interior del ámbito y la reserva de casi tres cuartas parte de la superficie (53.828 metros cuadrados de un total de 76.073) a zonas verdes.

«Se propone como estrategia recuperar la pendiente original de la ladera desde el parque de los Pericones hasta la carretera de Ceares», recoge el documento ambiental que acaba de salir a información pública en el marco de una modificación del Plan General de Ordenación (PGO) de Gijón que es necesaria para llevar adelante este proyecto. Y es que si en su momento la construcción de la fábrica de Cerámica Gijonesa –que estuvo en funcionamiento desde 1901 hasta 1994– conllevó excavaciones para «recortar» esa ladera y poder generar así una superficie plana sobre la que levantar las instalaciones, ahora la intención es «recuperar en la medida de lo posible el entorno y la topografía previa a la implantación de la antigua factoría».

Citando como ejemplo a seguir los proyectos de recuperación de espacios degradados llevados a cabo en los años 50 y 60 en varias ciudades «de una Europa devastada y sumida en una recuperación de posguerra», los promotores destacan que esta intervención no pretende «rellenar un vacío» solo a base de nuevas construcciones, sino «centrarse en recuperar las inclinaciones naturales (de la ladera) y plantearse cómo se debe construir sobre un parque». O, lo que es lo mismo, «más que edificar y diseñar áreas verdes en el espacio restante, se trata de generar una arquitectura que se inserte en un parque previo».

El relieve de las zonas verdes contrastará con la superficie plana de las dos grandes plazas públicas peatonales, que servirán de acceso a los edificios y estarán delimitadas por muros de baja altura dotados de rampas y escaleras de acceso al parque. Estos espacios, además, se ajardinarán «con árboles de gran porte».

El proyecto también plantea «el tratamiento de la carretera de Ceares y su transformación en una avenida protegida con vegetación, con el fin de potenciar aún más sus conexiones con la zona del parque fluvial». Su pretensión es que pase «de ser una frontera a un potencial eje verde para la regeneración urbana». Y para «reforzar su papel como calle», un estudio de movilidad adjunto al mencionado documento ambiental señala la necesidad de que la acera colindante con el nuevo ámbito residencial tenga una anchura de al menos 2,5 metros. En una propuesta que hace hincapié en todo momento en la importancia de las «conexiones y recorridos fundamentalmente peatonales», el espacio para el tráfico es testimonial. En los planos solo constan dos viales de servicio con entrada y salida por la carretera de Ceares y concebidos para atender las necesidades de transporte de mercancías de los comercios que se instalen en el ámbito y para los servicios de emergencia.

También se renuncia por completo a crear estacionamiento en superficie y en su lugar se opta por un enorme aparcamiento subterráneo común, conectado con todos los edificios, que tendrá acceso y salida por la carretera de Ceares. Abarcará una superficie de 17.936 metros cuadrados y además de capacidad suficiente para atender las necesidades de los comercios y de los residentes de las 395 viviendas previstas incluirá otras 90 plazas de uso público «a modo de aparcamiento disuasorio».

Como memoria del pasado industrial de estos terrenos, se conservará la chimenea de la antigua fábrica, un elemento protegido por el catálogo urbanístico municipal.