Ver 100 fotos

Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón, y el vicealmirante Ignacio Frutos Ruiz, almirante en jefe del Arsenal de Ferrol, presidieron la jura civil de bandera. Damián Arienza

Gijón jura bandera en un brillante acto en el Náutico

Aún con lluvia, 400 ciudadanos han jurado bandera en los jardines del Náutico en el acto que se enmarca en el Día de las Fuerzas Armadas

Sábado, 18 de mayo 2024, 12:55

Justo a las doce del mediodía, cuando comenzaba la jura civil de bandera que organizó la Armada en los jardines de El Náutico, cesó de llover sobre Gijón, lo que permitió que el acto castrense tuviera aún más brillo, sobre todo por el incomparable ... marco que se eligió para la ocasión. Un total de 400 personas juraron o prometieron lealtad a la bandera y la primera en hacerlo fue la alcaldesa, Carmen Moriyón, seguida de los concejales Pelayo Barcia, Jorge González-Palacios, Jesús Martínez Salvador, Guzmán Pendás y Óliver Suárez. También entre los invitados los hubo que prestaron juramento, como el director de la Feria de Muestras, Álvaro Alonso Ordás; la jefa de gabinete de la Alcaldía, Leticia García Monroy, el sacerdote Eusebio López-Mosquera, y Nicanor Fernández, presidente de la Fundación Oso de Asturias, entre otros.

Publicidad

Y todo discurrió en un acto perfectamente organizado por la Armada y que estuvo presidido por la alcaldesa y por el almirante jefe del Arsenal de Ferrol, el vicealmirante Ignacio Frutos Ruiz. Pero también participaron en esta jura civil las más altas autoridades de la Armada en el Cantábrico, como el comandante del Tercio Norte de Infantería de Marina, coronel Francisco Javier Guerrero; el comandante de la escuela de especialidades Antonio de Escaño, el capitán de navío Tomás Cordón Scharfhausen; el comandante de la Fuerza de Protección de la Armada, el general de brigada Manuel García Ortiz, y el comandante naval de Gijón, el capitán de navío Luis Vicente Márquez.

Noticia relacionada

Para dar más agilidad a la jura, se utilizaron dos banderas, las del Tercio Norte y la de la escuela Antonio de Escaño. La música la puso la banda del Tercio Norte, que anteayer había protagonizado un ameno concierto en la plaza Mayor, mientras que la fuerza en formación la integraron una dotación de gastadores y efectivos de la escuela de especialidades Antonio de Escaño, la dotación del Arsenal de Ferrol y el Tercio Norte de Infantería de Marina. Los guiones y banderines de cada unidad también tuvieron su protagonismo, especialmente en el acto de homenaje a los caídos.

El acto finalizó con un desfile militar por el paseo del Muro, en el que participaron los efectivos que formaron en la jura

El acto fue seguido por mucho público en la calle y numerosos vecinos desde los edificios aledaños, con algunas banderas nacionales colgando de las ventanas. Pudieron ver cómo se rindieron los honores de ordenanza al vicealmirante, cómo el jefe de batallón daba la novedad de que la fuerza estaba formada y cómo se procedió al juramento o promesa ante la bandera de los 400 ciudadanos que lo hicieron. Y durante prácticamente una hora los jurandos fueron pasando uno a uno ante las enseñas nacionales.

Carmen Moriyón, en la misa previa a la Jura de Bandera. Damián Arienza

El capitán de navío Luis Vicente Márquez fue el encargado de pronunciar la alocución por parte de la Armada y dijo que «este es un acto de jura o promesa a la bandera que estrecha la relación entre los cuatro protagonistas: Gijón, la bandera nacional, la Armada y los jurandos». El comandante naval recordó que Gijón es «una ciudad abierta y acogedora» y que «esta tierra asturiana es la cuna de España». Recordó a insignes marinos asturianos, como Pedro Menéndez de Avilés, el capitán de navío Villamil y el capitán de navío Francisco de Paula Jovellanos, hermano del prócer gijonés. También habló del origen de la bandera nacional, cuando en 1785 se decidió su uso en los buques españoles, y en 1843, cuando se amplió su empleo al Ejército y a la Infantería de Marina. A los jurandos, el comandante naval les dijo que con ese acto «mostráis públicamente vuestra lealtad con España. Aquí mostráis de manera serena y natural vuestro compromiso». Y es que, como aseguró, «nuestra bandera es por igual la de todos los españoles».

Publicidad

Para finalizar el acto tuvo lugar un desfile militar por el paseo del Muro, con el incomparable escenario de la bahía de San Lorenzo como fondo.

«El final de la vida necesita gente», decía acertadamente el pasado jueves en las páginas de EL COMERCIO la coordinadora de los equipos de cuidados paliativos del Área Sanitaria V, Carmen Valdés. Socialmente, no nos gusta nada hablar de ello, pero el tránsito hacia la muerte necesita de profesionales y recursos, porque nadie quiere morirse, desde luego, pero, en el momento de marcharse de este mundo. todos desearíamos hacerlo de forma digna y sin sufrimientos añadidos. Por eso, me pareció que la mejor noticia de esta semana no era ni el anuncio de que en La Calzada de bajas emisiones no habrá multas hasta tanto tengamos vial soterrado (es decir, nunca), ni mucho menos la visita de los Reyes al desfile naval del próximo viernes en la bahía gijonesa. La mejor noticia es, sin duda alguna, la creación de un nuevo equipo de cuidados paliativos en la sanidad pública gijonesa, esa que cada año brinda cobertura a casi 400 pacientes terminales y sus familias. Porque atender la muerte es cuidar también la vida. Cuidarse y cuidarnos, hacer foco en el sufrimiento de los que se van, pero conteniendo también las heridas emocionales de los que se quedan. Los cuidados paliativos, que en Gijón recibieron la Medalla de Plata en 2011, no pueden tener demoras o retrasos, ni deben entender de listas de espera. Mucho menos en una ciudad donde el envejecimiento gana cada más presencia. Cuidarse y cuidarnos, esa es la clave.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad