Luis Díaz, director gerente de Gijón Impulsa

«El proyecto que presentó la Universidad Europea es muy bueno y muy sólido»

–¿Qué balance hace de 2024?

–Ha sido un año marcado por la firma del acuerdo de concertación social, en marzo. El año de definir y activar muchos de los programas que van a tener una estabilidad a lo largo de los cuatro años de vigencia del acuerdo. Hemos logrado poner en marcha un elevadísimo porcentaje de las medidas previstas y tener diseñadas otras para darles salida en 2025.

–¿Qué tal fue la respuesta a las nuevas líneas de ayuda, la de consolidación y crecimiento de empresas y la de relevo empresarial?

–La línea de crecimiento ha tenido una respuesta importante. Tenemos trece proyectos sobre la mesa. En cambio, en las de relevo se ve que no hemos acertado. No hubo solicitudes, pero habrá que reconducirlo.

–¿Y el fondo de capital riesgo?

–Ha funcionada muy bien. Tenemos catorce proyectos aprobados y en fase ya de desembolso de préstamo.

–¿Cuál es la ocupación actual de los espacios de Gijón Impulsa?

–Haciendo la media de todas las instalaciones, se sitúa en un 94%. Hay un lleno técnico en el Parque Científico. En otras instalaciones, como Cristasa, puede rondar el 80-82%. Son datos buenísimos.

–En empresas y empleados, ¿de qué cifras hablamos?

–Podemos decir que en esos aproximadamente 20.000 metros cuadrados de instalaciones propias son 200 las empresas y más de 1.600 personas.

–¿Y en el Parque Científico?

–Hay otras 200 empresas, con 5.500 trabajadores.

–Se han adjudicado dos de las cuatro últimas parcelas disponibles.

–Sí, se adjudicaron a Grupo Junquera Marítima y Táctica, cuyos proyectos serán realidad en 2025.

–Las dos restantes ¿cuándo las volverán a poner a la venta?

–En cuanto volvamos a tener sobre la mesa una propuesta. Ya hemos detectado interés y esperamos comercializarlas en 2025.

–El Parque Científico cumple un cuarto de siglo en 2025. Suelen hablar de él como la joya de la corona en términos empresariales.

–El Parque Científico aporta elementos muy tangibles. Supone en torno al 20% del PIB gijonés, y eso es mucho. Pero está demostrando que Gijón se ha reconvertido empresarialmente y que cuenta con firmas punteras que hacen cosas para el mundo que nunca pensamos que se podrían hacer. Hay que tener en cuenta el pasado del que venimos: el de sectores industriales en crisis y reconvertidos en los años 80 y 90 del siglo pasado. Todo eso tuvo un impacto grave en la economía y empleo. Pero en el año 2000, cuando arranca el Parque, se produce un relevo y se va transformando el tejido empresarial.

–Está a punto de arrancar la primera fase de ampliación del Parque Científico en terrenos de La Pecuaria. ¿Hay fecha fija?

–No, pero seguramente a finales de enero o principios de febrero.

–¿Y el cierre del acuerdo con la Universidad Europea?

–Eso está muy próximo. Probablemente se acompase en fechas con el inicio de esa primera fase, porque todos estos procedimientos, si bien están avanzados y ya prácticamente cerrados, requieren aún trámites administrativos.

–Como director gerente de Gijón Impulsa tuvo que elaborar un informe de valoración de ese proyecto. ¿Qué concluyó?

–Que es muy buen proyecto, un proyecto muy sólido. Se nota que es un trabajo presentado por una entidad con una muy dilatada experiencia en la prestación de ese tipo de servicio. La calidad y la puntuación que obtuvo fue muy buena. Lo que ocurre es que en este momento el proceso conlleva una cierta confidencialidad.

–¿Cómo se fraguó la operación?

–La parte inicial la desconozco. A mí me llega cuando ya a nivel político se conoce ese interés y nos ponemos a trabajar a nivel técnico. Lo que hay que destacar es la importancia de que hayan visto Gijón y la Milla del Conocimiento como un espacio de oportunidad para prestar sus servicios en el Norte de España. Seguramente habría otras opciones, en Asturias y fuera, pero han decidido ubicarse en un lugar de referencia.

–¿Qué porcentaje ocupará la Universidad Europea?

–Un 43%. Es una parcela de 10.000 metros cuadrados de un total de 23.000.

–¿Y para el resto del suelo hay ya interesados?

–Sí, sí. Tenemos empresas que tienen la lupa puesta sobre esos espacios. Lo de la Universidad Europea fue un poco particular porque no esperó a ver esos espacios urbanizados, pero lo normal es esperar a que se desarrollen. Pero sí que hay interés. Es un espacio muy interesante, muy moderno.

–¿Qué perfil de empresa está mostrando interés?

–Empresas de perfil técnico por un lado e innovador por otro.

–¿El polo de innovación en La Camocha va para largo?

– Sí. La Camocha todavía está en concurso y eso condiciona todo. Hay que estudiar si aquel espacio, en razón de su ubicación y la tipología de sus instalaciones, se puede orientar a empresas que aborden las energías limpias o relacionadas con la agroalimentación. El compromiso es hacerlo en 2025.

–¿Y el vivero de empresas de turismo activo y deporte?

–El Ayuntamiento está equipándolo. En el primer trimestre de 2025 lo sacaremos al mercado.

–Están pendientes también las naves de Lloreda...

–El primer paso ha sido comprar la parcela para hacer cinco naves de 200 metros cada una. A finales de 2025 o principios del siguiente las tendremos disponibles.