Borrar

Lunes, 23 de mayo 2022, 16:35

Modo oscuro

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

ALBERTO SÁNCHEZ
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo
Algunas calles de Gijón se han convertido en un museo al aire libre en el que disfrutar de grafitis artísticos. Algunas de estas pinturas, muchas alejadas del vandalismo, son ya un elemento más del paisaje urbano. Sin embargo, no gustan a todo el mundo

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Arte callejero plasmado en las paredes