Un momento de la jornada en el Club de Regatas. juan carlos tuero

La economía azul genera un 14,2% del empleo de Gijón

13.619 personas trabajan en actividades vinculadas al mar, incluido el turismo, con un peso que triplica al del conjunto de España

Iván Villar

Gijón

Martes, 8 de junio 2021, 14:15

En Gijón el peso en términos de emploe de las actividades económicas relacionadas con la mar es siete veces mayor que en el conjunto de la Unión Europea y el triple que en toda España, según los datos de un estudio de caracterización presentado esta mañana por el gerente de Impulsa Gijón, Luis Díaz, en el marco de las I Jornadas Gijón Azul organizadas por EL COMERCIO. En un espectro amplio que incluiría el turismo ligado al carácter costero de la ciudad, se estima que este sector económico da empleo de forma directa a 8.264 personas, si bien la cifra se eleva hasta los 13.619 empleados si se tienen en cuenta también el empleo indirecto y el inducido. Este dato representa un 14,2% del total del empleo del municipio. Díaz lo puso en comparación con las estadísticas nacionales y comunitarias, que en España cuentan 919.500 empleados relacionados con la economía azul, un 4,7% del total, y la Unión Europea 4,4 millones de empleados, que suponen un 2,3% del global de trabajadores.

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El 72,8% del empleo estaría relacionado con el turismo costero, seguido de un 12,4% vinculado a actividades portuarias, un 7,2% a recursos marinos vivos y un 4% a la construcción y reparación naval. Si se omiten el sector turístico, el número de empleos que representa en la ciudad la economía azul son 4.695, vinculados a 156 empresas y organismos. De estas, un 23% se dedican al transporte marítimo, un 21,8% a recursos marinos vivos, un 19,2% a actividades portuarias y un 10,3% a la construcción y reparación naval, por destacar las actividades más representadas.

En términos económicos, la economía azul factura anualmente -según datos de 2019- 332,8 millones de euros y aporta al valor agregado bruto (VAB) de la ciudad 278,3 millones de euros, que es un 5,3% del total. Si se cuenta también el turismo costero, la cifra de facturación se eleva hasta los 767,7 millones de euros y la aportación al valor agregado bruto hasta los 683 millones, que suponen un 13,3% de la actividad económica del municipio. A nivel nacional, el peso de la económia azul sobre el VAB es del 3%, y a nivel europeo del 1,4%.

Luis Díaz recordó el papel que desarrolla Impulsa Gijón en el apoyo a la creación, consolidación y financiación de empresas, también dentro de este área de actividad, en el que la ciudad tiene puesta su visión de futuro con proyectos como el parque empresarial previsto en los antiguos astilleros de Naval Gijón o el impulso de un auténtico campus del mar. La formación fue uno de los aspectos que estuvo muy presente durante el desarrollo de la jornada sobre Gijón Azul celebrada en el Real Club de Regatas, especialmente con una mesa redonda en la que participaron el director del Centro Oceanográfico de Gijón, Rafael González-Quirós; el del Centro de Formación CIFP del Mar, Indalecio Estrada; el de la Escuela Superior de Marina Civil, Rubén González; y el del Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos, Julián Camus.

Todos ellos destacaron que «Gijón es un lugar privilegiado para la formación» en este ámbito, por su ubicación y por la confluencia de todos estos centros «que no ocurre en ningún otro lugar de Europa». Destacaron además la importancia de apoyar la investigación, no solo con más recursos sino también reduciendo trabas burocráticas. «Como instituciones públicas, estamos sometidas a una regulación diseñada de forma general para toda la estructura del Estado, pero la ciencia necesita un régimen de financiación y de control diferente, porque si no no vamos a poder competir en Europa y en el Mundo», señaló el director del Oceanográfico, quien puso como ejemplo las dificultades que se encontraron desde esta entidad para apoyar la creación de una 'spin-off' con carácter empresarial a partir de un proyecto científico auspiciado desde el centro. Coincidió con él Indalecio Estrada, quien también señaló cómo «a la hora de adecuar las normas del derecho administrativo a un entorno de emprendimiento hay que hacer juegos malabares».

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Desde el ámbito universitario, Rubén González incidió en la necesidad de favorecer la creación de «un ecosistema propio» relacionado con la economía azul en el que la investigación trabaje mano a mano con la empresa y con el resto de la sociedad. «Tenemos que ser capaces de que la formación que damos esté acorde con los nuevos retos que se nos plantean y aplicar ese conocimiento a sociedad, que revierta en ella a través de nuestros titulados», indicó. También dijo aspirar a que exista un mayor conocimiento de la actividad que desarrollan en el campus. «Siempre hemos visto que nuestras titulaciones son un poco desconocidas y que a pesar de que Asturias y Gijón están abiertos al mar, hay un gran desconocimiento de lo que son las profesiones vinculadas a nuestro entorno marítimo». Julián Camus, del Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos, destacó cómo esta institución tiene impacto sobre la economía local al generar actividad y empleo en las pequeñas empresas encargadas de su funcionamiento del día a día e hizo hincapié en el objetivo de «educar a la sociedad en la cultura de unos mares más limpios y la necesidad de evitar la contaminación, que también es economía azul».

Futuro

En una segunda mesa, centrada en el sector empresarial, participaron el director general de la Autoridad Portuaria, José Manuel del Arco; la del puerto deportivo, Flor Guardado; el del Acuario, Alejandro Beneit; y Luis Carlos Piñera, del puerto deportivo de Marina Yates. Este último celebró que durante la jornada varios ponentes pusieran la mirada en el futuro, pero reclamó «tener también en cuenta el presente», alertando de las dificultades que se ponen desde las administraciones a muchas actividades. «Cuando hablo con mis compañeros de afición, me transmiten incluso las ganas de dejar la actividad y de vender el barco», afirmó mientras pedía «soluciones concretas» para evitar un descenso de actividad. Descenso que Flor Guardado, del Puerto Deportivo, advirtió que se agrava cada vez más. «Poco a poco nos estamos quedando sin clientes. En 2006 teníamos 700 y ahora estamos con la mitad», señaló mientras apuntaba como principal problema del sector «la falta de un relevo generacional». Alejandro Beneit, del Acuario, coincidió en que «las instituciones deben acercarse un poco más al día a día de las empresas, porque aunque hay mucha palabra falta aterrizar en todo esto y algo más de cercanía».

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En lo que respecta a los proyectos de futuro, desde la Autoridad Portuaria confiaron en que «una vez que la regasificadora tiene la declaración de impacto ambiental, se le dé la licencia de actividad para que el negocio del gas contribuya a nuestro margen de negocio y podamos tener más recursos que reviertan en poner más infraestructuras adecuadas para la actividad de las empresas». Su director general añadió que otro objetivo es la construcción de la nueva instalación fronteriza de control de mercancías, «que supondrá un salto de calidad importante». Y manifestó como deseo el desarrollo de «un gran proyecto industrial vinculado a las energías renovables que genere un nivel de empleo importante para compensar la pérdida que ha provocado la descarbonización».

Durante el debate, Marina Yates señaló la importancia que tendrá para la actividad de su puerto deportivo facilitar un paseo a sus muelles que evite los controles generales de acceso a El Musel, algo que José Manuel del Arco aseguró que se estudiará, con la posibilidad de crear una entrada independiente para llegar a este espacio.

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