Una zona rural de Gijón «más segura»

«Atendemos una demanda histórica de la zona rural gijonesa, un proyecto que ha llevado más tiempo del que hubiéramos querido y mucho sacrificio pero que ya lo tenemos aquí», destacó la edil que acudió a supervisar los trabajos de instalación acompañada de agentes de la Policía Local (Víctor Nuño y Manuel García), responsables de la UTE Eco Telecable (formada por Ecocomputer y Telecable) y representantes vecinales. «Iremos probando las cámaras según se vayan montando», indicó, convencida de que el despliegue completo se producirá antes de los tres meses que fija el contrato para la instalación de un sistema que conlleva una inversión inicial de 205.000 euros, a los que se sumarán 15.000 euros anuales para su mantenimiento.

Las cámaras, de alta definición, estarán equipadas con sistemas de Inteligencia Artificial (IA), lo que permitirá la lectura automática de matrículas y la detección de «características sospechosas» tales como movimientos inusuales de vehículos y personas. Además, estarán ubicadas estratégicamente según un informe elaborado por la Policía Local, basado en índices de criminalidad y datos de tráfico. Solo recogerán imágenes, a las que tendrá acceso únicamente la Policía Local y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Explicó Bravo también que las grabaciones se almacenarán durante un máximo de un mes, como establece la normativa sobre protección de datos, y después se destruirán. Éstas también podrán ser monitorizadas en tiempo real desde el centro de control de la Policía Local. Asimismo, cada cámara dispondrá de un disco duro para garantizar la seguridad de los datos.

Rafael Sierra, responsable de Desarrollo de Negocio de Ecocomputer, empresa asturiana que aporta la tecnología, destacó que las cámaras de última generación que se han empezado a instalar ofrecen «un sistema muy avanzado de videovigilancia al incorporar funcionalidades de inteligencia artificial que permiten identificar patrones que interesen y extraer de las grabaciones clips de vídeo específicos con un trabajo automatizado adecuado a la labor policial». Además expresó su confianza en concluir sin problemas el despliegue y entrada en funcionamiento de la red de cámaras en mayo si se sigue con el actual ritmo de instalaciones diarias. «El Ayuntamiento será el que decida si va a ir haciendo uso de ellas de forma progresiva hasta su implantación total», apuntó.

Juan Acuña, director de Telecable y Masorange en Asturias, la empresa que aporta la conectividad, que además es vecino de la zona rural gijonesa, manifestó la satisfacción por parte de su empresa de «formar parte de la solución de un problema que estaba generando mucho ruido en Gijón y nos estaba preocupando muchos a todos». «Los vecinos de la zona rural podrán dormir más tranquilos a partir de ahora porque va a haber alguien que vigile y cuide de ellos con una solución que va a poner coto o al menos va a limitar la acción de los malos», afirmó Acuña.

Los responsables de ambas empresas expresaron su convencimiento de que este va a ser «un proyecto de referencia en Asturias y va a ser un impulso para que otros ayuntamientos se fijen en este tipo de instalaciones, porque la demanda no es solo de Gijón».

La representación vecinal durante la instalación de estas dos primeras videocámaras corrió a cargo de José María Rubiera y Fermín Cachón, presidente y tesorero de la Asociación de Vecinos de Castiello, respectivamente. Tanto esta asociación como la plataforma de Bernueces manifestaron su satisfacción y alegría por la llegada de la videovigilancia al ámbito rural gijonés después de tres años de espera.

El contrato firmado con la UTE Eco Telecable está diseñado para ofrecer flexibilidad en el futuro. Si fuera necesario, se podrán reubicar las cámaras o incluso aumentar su número, previa autorización de la Delegación del Gobierno. Una vez que nuevo sistema de videocámaras esté plenamente operativo, el Ayuntamiento de Gijón remarca que seguira siendo clave la colaboración con la Guardia Civil y la Policía Nacional, mientras que la patrulla de la Policía Local destinada actualmente a labores de vigilancia continuará prestando servicio cuando sea necesario.

El reparto de las videocámaras será el siguiente: quince se instalarán en Somió, diez en Castiello, cinco en Cabueñes, cuatro en La Pedrera, cuatro en Cenero, tres en Santurio, tres en Deva, dos en Roces, dos en Leorio y una en Lavandera.