Gijón aspira a 200 millones de los fondos europeos para «transformarse» hasta 2026

Dentro de esa gran batería de propuestas hay seis iniciativas más avanzadas de las que se han presentado ya lo que se llama manifestación de interés que pretenden movilizar 80 millones de euros para su ejecución. La más definida de las propuestas con manifestación es la que, tal y como adelantó EL COMERCIO, promueve el Ayuntamiento en colaboración público-privada con Imasa y el apoyo e la Fundación del CSIC para la producción de hidrógeno por un proceso de electrólisis. El objetivo de este proyecto es generar combustible limpio que se utilizará en los más de 450 vehículos que integran la flota de las empresas municipales. Pero, sobre todo, en EMTUSA, Emulsa y la EMA. Además, se estudia inyectar ese hidrógeno para consumo de la ciudadanía a través de la red de gas natural, para lo que, según la regidora, no haría falta un cambio de caldera o de instalaciones.

González aseguró que Gijón tiene capacidad para producir esa electricidad limpia a través de algún salto de agua y planta hidroeléctrica y avanzó que se valora también producir energía limpia con otras fuentes como la fotovoltaica. Otra propuesta pasa por acciones para que comunidades de vecinos y barrios se conviertan en lo que denominó distritos de calor (para ir transformando energía sucia en limpia).

Centrada en la movilidad, se ha presentado manifestación de interés para conseguir zonas de bajas emisiones con carriles bus, aparcamientos disuasorios, peatonalizaciones y pacificaciones del tráfico con arreglo a la nueva ordenanza. También se plantea dar impulso al transporte público y, en concreto, al servicio municipal de bicicletas de alquiler con la adquisición de 266 bicis (114 eléctricas y 152 de tracción mecánica) con gestión totalmente digital.

Otro proyecto dentro del paquete de iniciativas con manifestación tiene como objetivo aumentar la red de internet de las cosas (IoT) y crear comunidades energéticas con esta tecnología que no puede ser hackeada.

Entre las propuestas que van un poco más retrasadas en cuanto a definición y concreción, merece capítulo aparte un primer bloque que tiene como objetivo «recuperar el espacio público para la convivencia y la humanización de la ciudad». En esta línea de proyectos se trabaja en acciones para avanzar en la «renaturalización urbana» con iniciativas como la siega selectiva, la creación de minibosques naturales y jardines de lluvia y la plantación de árboles con el sistema 'Estocolmo' para que las raíces no afloren a la superficie.

Como ejemplo de reforestación de espacios urbanos, la alcaldesa se refirió a la actuación prevista en La Calzada, en la calle Costa Rica, donde tres edificios ruinosos que han sido expropiados darán paso, tras su derribo, a un parque con mobiliario urbano en grada.

Siguiendo esta misma filosofía de «verdificar» la ciudad, el Ayuntamiento tiene previsto crear una red de corredores verdes, según González, para «unir de manera amable sitios de interés especial donde se concentran personas» siguiendo el modelo de la operación llevada a cabo en la avenida de El Molinón, que permitirá unir La Arena, el Muro y la avenida de Castilla con el entorno de El Molinón.

Otra de las propuestas más disruptivas en las que se está trabajando es en la creación de ecomanzanas en El Llano, El Coto y La Calzada para, en palabras de la regidora, «transformar entornos duros en amables para el encuentro y la convivencia y hacerlos susceptibles en convertirse en comunidades energéticas. Se han elegido estos tres barrios por ser los que tienen actualmente menos zonas verdes o de arbolado por habitante.

La alcaldesa se detuvo en el ejemplo para El Llano, con proyecto aún sin cerrar. Una ecomanzana delimitada por las principales avenidas que incluye la previsión de nuevos aparcamientos subterráneos y una sucesión interior de calles donde se incrementaría la superficie verde y se podría pacificar el tráfico para priorizar a los peatones. Todo ello generando electricidad con energías renovables y gestión neumática de residuos bajo tierra que evita instalar contenedores en la calle y desplazamiento de camiones para la recogida.

También se trabaja en proyectos similares a las ecomanzanas con alguna singularidad para La Camocha, Roces y Cimavilla y se prevé una línea para rehabilitar algunos de los 395 edificios públicos que más lo necesiten, una iniciativa que podría extenderse al ámbito privado a través de una convocatoria pública. Y hay una estrategia para mejorar la gestión del agua y los residuos.

González anticipó que la elección de proyectos a partir de julio será «reñida», por la mucha competencia, y desvinculó la ejecución hasta 2026 de su presencia en la Alcaldía. «Las personas cambiamos de vida. Los proyectos de ciudad son mayores que las personas para ser realmente transformadores», sentenció.