«Es increíble que alguien te pueda atacar con una catana en plena calle»

En un primer término, la víctima de 74 años no se percató del profundo corte que le había hecho. «Se puso a caminar y enseguida le empezó a caer sangre por la pierna», sostiene un vecino que vio el episodio desde la ventana de su vivienda. Tras la agresión, el joven huyó corriendo hacia la calle Martín. «Tendría unos 20 años. Iba con una sudadera de capucha. Desconozco si vive en esta calle, pero espero que no. Realmente no lo creo porque lo hubiéramos reconocido. Nos conocemos todos», asegura el mismo testigo.

Antes de que llegaran los servicios médicos y las patrullas de la Policía Nacional, los vecinos socorrieron al hombre herido con toallas para frenar la hemorragia. «Estaba aparentemente tranquilo. Diría que estaba más preocupado por no alterar a su familia que por la herida que sufrió en la pierna», aseguró a EL COMERCIO uno de los hombres que le asistieron. Cuando llegaron los servicio médicos, el hombre fue trasladado al hospital para determinar la gravedad de la herida. Poco más tarde fue trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias para ser intervenido, donde es posible que le intervengan por un posible corte a la altura del tendón.

Aumento presencia policial

Tras conocerse la agresión, los agentes de la Policía Nacional realizaron una ronda de entrevistas con los vecinos para intentar recabar toda la información posible sobre el agresor. Además, durante toda la tarde y noche del domingo, e incluso durante el día de ayer, la presencia policial en el barrio se incrementó para intentar localizar al joven huido.

Veinticuatro horas después del ataque, los vecinos de la calle Barcas no salen de su asombro. Aún con el reguero de sangre sobre la acera se sorprenden por lo sucedido: «Es increíble que sucedan estas cosas en plena calle, ¿cómo puede ir un chaval con una catana por ahí a plena luz del día y agredir a una persona mayor? No damos crédito con lo que ha pasado», asegura María Jesús Calleja, vecina del barrio.

«Nadie está a salvo de un loco»

A pesar de la agresión, todos los vecinos coinciden en asegurar que «en esta zona hay siempre muy buen ambiente. Nos llevamos todos muy bien y hay compadreo entre nosotros». Un vecino de la víctima le alaba: «Es un buen paisano y muy agradable con los vecinos. Desde luego que no merecía ser agredido de una manera tan grave a la puerta de su casa. El susto para él, su familia y sus hijos habrá sido tremendo. Esperemos que se recupere pronto». Incluso, el propietario de una ferretería y los trabajadores de una farmacia apuntan también al buen ambiente que se respira en esa zona del barrio, «pero nadie está a salvo de un loco».