Las ganas de volver al préstamo y devolución de libros

A Carlos Menéndez no se le veía la sonrisa debido a la mascarilla, pero el brillo de sus ojos ayer, a las diez y media de la mañana, cuando entraba por la puerta de la biblioteca, lo dijo todo. Después de más de dos meses, pudo ir a devolver los libros que se había llevado a casa antes del estado de alarma, y a hacerse con otros nuevos.

«Por internet miré los libros que había, busqué la signatura, porque me imaginé, por lo que he visto que hacen en otras ciudades, que sería algo así: venir con la información de los libros que quiero y solicitárselos al personal de la biblioteca«.

Y, efectivamente, ese es el procedimiento para que solo manipule los libros el personal de la biblioteca. La mayoría, ayer se pasaron por allí solo para devolución, aunque tienen de margen para entregar los libros que se habían llevado antes del confinamiento, hasta el día 30 de junio, dadas las circunstancias.

Las medidas de seguridad que han impuesto comienzan desde la entrada. Tienen una cinta que separa dos zonas, una por la que entran los usuarios, y otra por la que salen. Al final de la primera estancia, hay una mesa con gel hidroalcohólico, donde un responsable de la biblioteca explica a quienes van llegando cómo son las nuevas normas. Es ahí donde, si hay alguien devolviendo libros o en proceso de préstamo, tiene que esperar su turno. De ese modo, en todo momento se respetará la distancia de dos metros.

Solo la planta cero es la que, por el momento, se abrió al público. La primera y la segunda, tendrán que esperar. Aquellos que lo deseen también pueden encargar, por internet o por teléfono, los libros que quieran que se les preste; si están en la planta cero, podrán adquirirlos por la mañana, y si es en la uno o la dos, por la tarde.

El nuevo horario de la biblioteca Jovellanos será de 10.30 a 13.00 horas y de 17.30 a 20.45 horas de lunes a viernes; de 10.30 a 14 horas y de 17 a 19.45 horas los sábados, y de 10.30 a 13.45 horas domingos y festivos.