El futuro Hospital de Cabueñes tendrá una superficie equivalente al 80% del actual HUCA

Los dos nuevos edificios que ahora se están construyendo –por un lado, el enorme bloque que albergará los servicios básicos, las consultas externas, el bloque quirúrgico y las Urgencias y, por otro, el edificio industrial que dará cobijo a los servicios auxiliares de electricidad, agua caliente y calefacción– suman cerca de 51.000 metros cuadrados. El bloque que sustituirá al actual de consultas externas y Urgencias y que en el futuro dará continuidad lineal al que ahora se está levantando en la zona este aportará otros 9.000 metros cuadrados. El resto de edificios del complejo hospitalario suman otros 60.000 metros.

A esta superficie construida habrá que sumar la que ocupe el aparcamiento subterráneo previsto en la zona norte y que contará, en principio, con entre 1.200 y 1.400 plazas (ahora, en superficie, hay unas 800).

¿El resultado? El futuro Hospital Universitario de Cabueñes tendrá una superficie equivalente «al 70 u 80%» del actual Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Eso da idea del gran hospital en que se convertirá Cabueñes. El HUCA, contando el aparcamiento subterráneo, ocupa unos 180.000 metros cuadrados.

En el encuentro que este martes mantuvo la dirección del Área Sanitaria V, encabezada por la gerente, María Luisa Sánchez, con los representantes vecinales en la sede de la federación, se puso de manifiesto la complejidad que implica este proyecto y no solo por sus dimensiones. Se comparó precisamente con las dos últimas grandes infraestructuras sanitarias construidas en Asturias: el propio HUCA y el Hospital Álvarez-Buylla de Mieres.

A diferencia de estos proyectos que, recordaron, supusieron la construcción de un hospital completamente nuevo en otra ubicación, en Cabueñes los trabajos conviven con la actividad asistencial. Y tienen además el añadido de una segunda fase en la que habrá que trasladar las consultas externas, los quirófanos, los servicios básicos y las urgencias de su actual ubicación al nuevo edificio, para poder derribar el que los alberga ahora mismo, al tiempo que en el edificio de hospitalización se procederá al cierre de varias plantas para ir acometiendo su remodelación integral. La intención es actuar a un tiempo en tres plantas y así sucesivamente hasta reformar íntegramente las habitaciones de las ocho plantas.

«Desde el punto de vista de la ingeniería, es el proyecto sanitario más complejo de los que se han hecho en Asturias», valoró el subdirector de Infraestructuras y Mantenimiento, Segisfredo Toribio. «La principal dificultad», explicó el director Económico y de Profesionales del Área Sanitaria V, Juan José Alonso Ordiales, «reside en coordinar la fase 1 y la fase 2».

El coste de la primera de esas dos fases, la que se centra en la ampliación, tendrá un coste que rondará los 135 millones de euros. 85 se los lleva la edificación de los dos nuevos edificios, trabajo que asumió la UTE formada por FCC y Los Álamos y que, en principio, debería estar ejecutado antes del próximo verano. Los otros 50 millones restantes, tal y como publicó EL COMERCIO ayer, son los correspondientes al plan de montaje. Un plan que contempla la adquisición de equipos de «última tecnología» para dar respuesta a las necesidades de «un hospital del siglo XXI».

En la transición hacia ese nuevo hospital el cambio principal se advertirá en las Urgencias, que prácticamente verán triplicado su espacio actual: de los 2.352 metros cuadrados actuales –un espacio «extremadamente pequeño»– pasa a 5.600. Prácticamente toda la planta baja del nuevo edificio. De los 55 boxes actuales –la mayoría en salas de exploración y no cerrados– se pasará a 55 cerrados y 20 abiertos. Tres se reservarán para pacientes aislados (dos adultos y uno pediátrico). El espacio de salas de espera se amplía de los menos de 100 metros cuadrados actuales a 266, incluyendo una sala específica para pacientes infantiles. Y de una única sala de paradas (de 26 metros) se pasará a tres: dos de adultos (una de 28 y otra de 43 metros cuadrados) y una pediátrica (de 28 metros).

El área de Urgencias tendrá un diseño que permita unos circuitos de pacientes lógicos y bien diferenciados, lo que «redundará en una mayor eficiencia y menores tiempos de espera».

La UCI, que estará en la sexta planta, contará con 500 metros cuadrados más que la actual y 22 boxes cerrados de unos 23 metros (ahora hay 14, de un tamaño medio de 15 metros cuadrados), todos ellos preparados para atender a pacientes en hemodiálisis y cuatro, para pacientes con necesidades de aislamiento.

El área de Farmacia, por su parte, contará con un nivel de robotización y automatización «máximo» y el de esterilización, que también verá duplicado su espacio actual, contará con seis lavadoras de quince cestas (ahora hay cuatro, más pequeñas), ocho esterilizadores (ahora hay tres) y cinco equipos de ultrasonidos (ahora hay uno).