Los Fuegos, una explosión de luz y color

«Hemos pedido a la empresa pirotécnica que este año haga un esfuerzo en carga y en escenografía». El presidente de Divertia, Óliver Suárez, confía en que la Noche de los Fuegos de Gijón sea un éxito que vuelva a congregar otro año más a cientos de miles de espectadores entre la playa de Poniente y el paseo del Muro, los dos mejores sitios para ver el espectáculo de fuegos artificiales, y cruza los dedos mirando al cielo «a la espera de que la meteorología acompañe». Será la medianoche de este miércoles cuando la ciudad disfrute de uno de los eventos con mayor tradición de su Semana Grande y que aglutina a una mayor cantidad de público.

La firma Pirotecnia Zaragozana, una de las empresas más antiguas del sector, será la encargada de preparar el 'show' y disparar los fuegos artificiales tras debutar en esta misma cita el año pasado con una exhibición «divertida y dinámica». Esta vez ofrecerá un espectáculo de 22 minutos de duración en el que se utilizarán 207 artículos diferentes divididos en 40 secuencias, 35 colores, más de 40 efectos distintos y contará con más de 1.200 órdenes de disparo. Como el calibre máximo de los elementos a disparar es de 150 milímetros, la figura más espectacular volverá a ser una gran palmera que alcanzará los 210 metros de altura.

El gran reto de llevar a cabo este tipo de eventos es que «es una cita tradicional en Gijón que va a continuar, por lo que es muy importante que las empresas que lo realizan intenten innovar en cada edición», expone Suárez.

Si algo puede asegurar –y asegura– el presidente de Divertia, es que «este año vamos a tener un buen espectáculo». Se va a notar, sobre todo, en que habrá «muchas referencias a la zona de Oriente». Sobre cómo se desarrollará el disparo de los fuegos artificiales, la empresa indica que comenzarán con «una potente secuencia de principio». Compuesta por «efectos brillantes y sonoros», imprimirá «una cadencia muy rápida de explosiones que intentará captar la atención del público, interactuando lo máximo posible con ellos». Para ello utilizarán toda la zona de disparo disponible en el Cerro de Santa Catalina, ya que «la de Gijón es una de las tres mejores zonas del país», resaltó el responsable artístico de Pirotecnia Zaragozana, Luis Brunchú, cuando se estrenaron en la cita el año pasado. Al ser llana y compacta, facilita la instalación de los elementos pirotécnicos y garantiza las medidas de seguridad.

Durante los 22 minutos de disparos se utilizarán 1.200 kilos de pólvora y desarrollarán un muestrario «variado, dinámico y divertido». Otra de las características será que habrá más de 40 efectos diferentes para que el espectáculo no sea repetitivo y evitar que la gente se aburra. Por eso, utilizarán toda su paleta de efectos, desde lo que llaman cascadas de fantasma hasta anillos, palmeras doradas, colas de caballo, huevos de dragón, caras de gato o mariposas. «Será un diseño exclusivo para Gijón porque la ciudad tiene la característica de que el espectáculo se puede ver perfectamente desde cualquier punto», apunta Brunchú.

Como broche de oro, realizarán una «apoteosis final» de más de dos minutos de duración y 220 kilos de material pirotécnico que tendrá «variedad de efectos de colores y sonidos», aumentando la velocidad y potencia progresivamente hasta acabar con una traca final de más de 1.000 truenos de diferentes calibres. «Esta vez hemos hecho un espectáculo más potente que el año pasado, con una traca final muy poderosa, repleta de estallidos y explosiones», señala.

Cuentan con la experiencia del verano pasado y han diseñado el espectáculo pensando, precisamente, en lo que se puede mejorar para generar un mayor impacto. Inundarán el cielo más de 11.200 explosiones pirotécnicas porque «lo que nos interesa es hacer un espectáculo variado y dinámico en el que la gente se divierta y no mire el móvil mientras está viendo los fuegos».

Pero, sobre todo, el gran desafío de este tipo de números es sorprender. «No caer en lo repetitivo y que los espectadores se involucren en el espectáculo desde el minuto uno. Que vayan viendo cada secuencia y no se esperen lo que va a salir».

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