Pirotecnia en el barrio de Pumarín.

Fuegos artificiales desde los barrios en una noche atípica

De forma distinta, algunos gijoneses no quisieron faltar a la tradición. La Policía tuvo que intervenir por cinco fiestas en domicilios

P. SUÁREZ

GIJÓN.

Domingo, 16 de agosto 2020, 00:32

Por primera vez en mucho tiempo, la víspera del Día de Begoña se despidió a oscuras. La pandemia logró suspender este año el gran espectáculo de los Fuegos y llevó la velada a la más absoluta y atípica de las normalidades. Sin embargo, lejos de ... caer en el desánimo, los gijoneses no quisieron desprenderse de la tradición y fueron varios quienes decidieron vestir el cielo de una forma más modesta, pero rodeada de un gran significado. Y así, varias zonas de la ciudad -entre ellas Pumarín, El Natahoyo, Tremañes y Somió- explotaron en luces al llegar la medianoche, como una respuesta de 'resistencia' a una noche de Fuegos que no fue tal.

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En una noche despejada y de temperatura agradable, los fuegos lanzados por algunos vecinos pudieron ser vistos por buena parte de la ciudad, independientemente de la zona en la que se encontrasen los espectadores. Es el caso de aquellos lanzados desde algún punto de la zona este de Gijón, entre Somió y La Providencia, que podían ser vistos a con gran nitidez desde todo el paseo del Muro. De hecho, quienes se encontraban en las terrazas situadas frente a la bahía de San Lorenzo no dudaron en inmortalizarlos con sus teléfonos móviles.

Otros fuegos que también generaron gran expectación fueron los lanzados en la zona de El Natahoyo, donde muchos vecinos se asomaron a la ventana, avisados por el ruido de los voladores que los precedieron. También desde el colegio de Montevil se lanzaron algunos artefactos, creando los clásicos dibujos de colores en un cielo que, aunque para una obra mucho menor de lo habitual, volvió a hacer las veces de lienzo. Y Somió, asimismo, se unió a la fiesta de luces.

Sanciones nocturnas

En lo que respecta a la seguridad, la noche se desarrolló sin incidencias de entidad. En este sentido, tal y como figura en el balance facilitado por la Policía Local, los agentes fueron alertados de cinco fiestas que se estaban desarrollando en domicilios de la ciudad, donde, una vez personados, procedieron a sancionar a los participantes. Por su parte, tres establecimientos de hostelería resultaron propuestos para sanción por incumplir el horario de cierre estipulado por las autoridades.

Además se levantaron 26 expedientes de denuncia contra ciudadanos que no llevaban puesta la mascarilla y 25 más por practicar botellón, medidas que van contra la resolución del Gobierno asturiano para hacer frente a la COVID-19.

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