Fotos ochenteras para «dar una alegría» a Cimavilla

Él rescató estas imágenes hace apenas dos meses tras cuarenta años escondidas en el olvido. «Las tomé en mis inicios como fotógrafo. No sé muy bien cómo ni por qué un día aterricé en esos desfiles, pero se ve que hice unas cuantas fotos y las que más me gustaron las guardé en un álbum», rememoró. Y con el tiempo esas imágenes festivas se convirtieron en documentos históricos de nuestra ciudad. «Estaba escaneando fotos antiguas y aparecieron», apuntó.

En ellas, Ana González Ferrero, promotora de La Casa de la Memoria, vio la esencia del barrio alto y también vio caras conocidas, como las de muchos de los que siguen viviendo entre sus calles. «Esta instalación vista desde una perspectiva artística tiene su valor, pero aquí lo que más vale es la parte emocional», explicó González Ferrero. Y no se equivocaba, algunos vecinos ya habían descubierto a los suyos en las fotos y no podían contener la alegría. «La mujer de Machaco se emocionó cuando vio que su marido aparecía en alguna imagen», aseguraba.

La muestra pretende «dar una alegría al barrio» y recordar aquellos gloriosos desfiles a los que iba todo Cimavilla y mucha 'bajo villa'. «Estas fiestas eran un 'boom' para todo Gijón. Aquí cualquier excusa era buena para disfrazarse», señaló.

Centenares de personas se reunían sobre la tarima para hacer de aquellas noches de verano una juerga que, más bien, parecía el antroxu. No sabían entonces que un joven Luis Sevilla estaba entre el público capturando con su cámara a Rita 'la Mona', Machaco, Jacinto, Fredes 'la Tarabica', 'Ojitos', Cuqui 'el Regaña', Ramón 'Gañote' y Manolo 'Perejil' y que los estaba dejando inmortalizados para la historia.

Ahora, estas imágenes se pueden disfrutar en las paredes de la calle Plaza de Cimavilla para revivir el orgullo playu con la misma fuerza con la que se sentía en aquellos desfiles de Los Remedios y de la Soledad.