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I. VILLAR
gijón.
Lunes, 27 de abril 2020, 00:48
«Volveremos más fuertes, con más potencia y con un festival más grande». Es el mensaje de optimismo que lanzaban ayer los organizadores del Festival Aéreo de Gijón, tras confirmarse, como ayer adelantó EL COMERCIO, que la edición prevista para dentro de tres meses ... no podrá celebrarse por razones de seguridad ante la crisis sanitaria. Es el primer gran evento del verano gijónes que confirma su cancelación y también el primero del circuito nacional de festivales aéreos que hace oficial esta noticia.
De momento para las exhibiciones previstas en otras ciudades se están planteando cambios de fechas, algo que también se estudió como opción en Gijón. De hecho, se pensó en llevar la cita a septiembre. Pero tras analizar esta posibilidad se llegó a la conclusión de que la solución más realista era la cancelación, pues no hay garantías de que para ese mes se pueda celebrar un espectáculo tan multitudinario y, en ese caso, la reprogramación se habría hecho en balde. Una vez adoptada la decisión, se empieza a trabajar en la edición del próximo año, a la que incluso se ha puesto ya fecha: el domingo 25 de julio de 2021.
En pleno año Xacobeo, coincidirá con el día de Santiago y, por tanto, con un puente festivo en Galicia. «Estamos apenados porque es un trabajo muy grande el que se hace para que esto funcione, pero queremos mirar lo positivo y pensar que ahora tendremos más tiempo para preparar la próxima edición, en la que intentaremos mantener las participaciones que ya teníamos confirmadas e incluso hacer un programa más completo», apuntan desde la organización.
Este año el festival iba a transformarse en una «fiesta del cielo», ofreciendo a lo largo de los días previos a la exhibición actividades que irían desde talleres de cometas a vuelos de drones, pasando también por conferencias y una gran exposición sobre la historia de la aviación civil, para conformar «una completa semana cultural aeronática». Al coincidir además con su decimoquinta edición, para el fin de semana se había preparado «un programa de vuelos muy potente». El sábado por la noche, por ejemplo, se pretendía celebrar un espectáculo nocturno «innovador» que repitiera el éxito del celebrado en 2018. Ya el domingo, una de las estrellas de la parrilla iba a ser el nuevo helicóptero NH90 del Ejército del Aire, «que aún no se ha visto en ningún sitio» y que se sumaría a viejos conocidos en la ciudad como el Eurofighter, la patrulla acrobática de helicópteros ASPA y el gran apagafuegos anfibio Canadair.
También estaba previsto el debut en Gijón de la patrulla de aeromodelismo del Ejército del Aire, con una exhibición de aviones dirigidos por radio control, y el regreso de su patrulla de Honores, encargada de la recepción a pie de avión de los Jefes de Estado que visitan España. Se esperaba además representación de la fuerza aérea francesa, algún reactor civil y modelos de 'warbirds' (aviones de guerra antiguos) nunca antes vistos en el festival.
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