CH. T.
gijón.
Martes, 11 de agosto 2020, 00:25
Eran las 23.36 de la noche del domingo cuando en el teléfono de emergencias del Principado, 112 se recibió una llamada alarmante. Una serpiente, aparentemente una coral, reptaba por la calle Murcia, en el barrio de Pumarín. Tras confirmarse que no se trataba de una especie autóctona, que hubiera motivado la intervención de los servicios especializados del Principado, la Policía Local se desplazó hasta la vía para encontrar al animal. Llegados allí comprobaron que, afortunadamente, no pertenece a la venenosa especie, sino que se trata de una lampropeltis.
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La confusión llega porque la lampropeltis clona los tonos coloridos de la piel de la coral para defenderse de los depredadores. Sin embargo, se trata de un ejemplar totalmente inofensivo, a diferencia de la coral, cuyo veneno es muy tóxico. Según los expertos, la lampropeltis, llamada también serpiente rey, es una culebra muy sociable con el ser humano.
El animal, sin daños aparentes, permaneció en la Jefatura de la Policía Local hasta que en la mañana de ayer fue trasladado al Parque de la Vida, en Luarca, que dirige Luis Laria, quien precisó que «abandonar este tipo de especies exóticas es una falta de conciencia y puede ser calificado de delito ambiental».
Por el momento se desconoce a quién pertenece el ejemplar y si ha sido abandonado o se escapó de su terrario.
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