Fallece Teresa Prada, presidenta vecinal de La Calzada y «todo un referente del barrio»

Teresa Prada había nacido en Mieres y llegó a Gijón debido al trabajo de su padre. Lo recordaba ayer uno de sus grandes amigos y vecino de ella, «puerta con puerta», durante mucho tiempo, el peluquero José Joaquín Argüelles, instalado desde hace 41 años en el barrio. «Se va una gran persona y, además, alguien que trabajó mucho por el barrio y por la asociación, siempre desinteresadamente», reseñaba muy afectado por la noticia.

Conocía la gravedad de su estado, que le había apartado en los últimos meses de la vida pública. La enfermedad tuvo sus altibajos pero en los últimos tiempos, tras ingresos hospitalarios, la salud se fue mermando. «Tenía la esperanza de que fuese recuperándose, pero no ocurrió así y la noticia ha sido un auténtico mazazo».

Argüelles recuerda cuando Prada aterrizó en el barrio. «Los dos somos de Mieres y a nuestros padres les trasladaron para trabajar en Ensidesa, en Veriña, allá por los años 70 y ella hizo ya de este barrio su vida».

Por ello reconoció estar muy afectado personalmente, pero también «por la pérdida para esta zona de Gijón por la que luchó mucho Teresa». Aunque apuntó que «cuando llegas a una asociación y asumes un cargo nunca vas a actuar a gusto de todos y eso le pasaba a ella, pues su actuación no contaba con un beneplácito unánime».

Teresa Prada, casada y con dos hijos, fue la primera mujer que asumió la presidencia de la Federación de Asociaciones de Vecinos, en 2009, «en unos momentos difíciles en los que las mujeres tenían escasa representación», apuntó Cañete. Adrián Arias también se encuentra entre las personas que lideraron la federación. A él le tomó, precisamente, el relevo Manuel Cañete. Aunque reconoce que tenían sus discrepancias en lo referente al movimiento vecinal, «siempre fue una persona respetuosa. Ella es historia de la federación y eso hay que ponerlo en valor. Siento por ella un profundo respeto. Es triste la pérdida de una persona joven con la que pese a las diferencias había un entendimiento», anotó.

Otro de sus grandes amigos es Florencio Martín, Floro, presidente de la asociación de vecinos de Laviada. Compartió amistad antes de los mandatos vecinales, sentimiento que se intensificó en su colaboración estrecha, especialmente cuando ella asumió la presidencia de la FAV y él la acompañó en la junta directiva como secretario. «Era una buena persona. Trabajadora y luchadora por el barrio», reflexionaba ayer para EL COMERCIO.

Tita Carabela, presidenta de la asociación de vecinos de La Arena, sucedió a Teresa Prada en el cargo en la FAV. «No la traté mucho. Sé que en La Calzada estuvo años pero no coincidimos», anotó. No la conoció estrechamente tampoco Charo Blanco, presidenta de la asociación de Moreda, aunque coincidió en varias actividades ajenas a la entidad vecinal. «Recuerdo mi participación en un curso en el Ateneo de La Calzada y ella, como presidenta del barrio, apareció, saludó y se interesó por la actividad que se estaba realizando». Charo Blanco la califica en este sentido como «una mujer muy cercana. Volví a coincidir con ella cuando le entregaron el premio a Elena Fernández Ardisana en 2011 y tuve la misma impresión acerca de su talante».

El funeral en su memoria tendrá lugar esta tarde, a las cinco, en la iglesia de Fátima.